*¡Serenos morenos!
La insistencia con la que Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y su “corcholata”, Claudia Sheinbaum Pardo, mencionan que tienen una clara ventaja sobre Xóchitl Gálvez lo único que denota es que dicha ventaja no es tal o simplemente se acorta conforme pasan los días, y tienen que mostrar una supuesta calma y un exceso de confianza que están lejos de sentir.
Sin necesidad de encuestas se comienza a reflejar, en algunos estados de la República Mexicana gobernados actualmente por el partido político Morena, el hartazgo que tiene la gente por dicho partido y que sólo hay que esperar a que se realicen las elecciones de junio para que con el voto ciudadano los morenistas pierdan y se vayan por donde vinieron.
Tal es el caso de Morelos y Veracruz, rinconcito donde hacen su nido las olas del mar, solo por citar algunos, y que el mal gobierno de Cuauhtémoc Blanco y de Cuitláhuac García, respectivamente, los ha hecho acreedores al repudio de la gente, eso sin contar a la Ciudad de México (CDMX), con lo cual no me cabe la menor duda de que con las próximas elecciones electorales en México, habrá un cambio político radical debido a la ineptitud de los que hoy están en el poder, sin importar del partido político que sea.
Aunque lo anterior sucediera, el cambio de un Gobierno de cualquier clase y en cualquier parte significa sencillamente cambiar una partida de corruptos por otra, gracias al voto de castigo como el que se dio en 2018, de ahí la insistencia de los morenistas por tratar de hacerle creer a la gente que la elección presidencial y las demás, las tienen ganadas con la mano en la cintura.
Morena gobierna en 23 estados, de los cuales varios de sus gobernadores han sido severamente cuestionados por su fatal desempeño y de ahí el desencanto de un gran sector de la población que ve en la no renovación del mandato de morenistas, un válido pretexto para darle un cambio radical al rumbo del país.
Las encuestas podrán decir misa y mostrarnos datos alejados completamente de la realidad, aunque es casi seguro que la oposición se mantendrá en estados clave como Jalisco, Guanajuato y Yucatán.
No obstante, Morena podría mantener el control en Chiapas, Puebla y Tabasco, pese al decepcionante trabajo de sus gobernadores, a esto hay que agregar que no hay candidatos de la oposición con la simpatía o el carisma necesarios para competir en coalición, lo que da una gran ventaja al partido político en el poder.
Por ello, López Obrador no se cansa de difundir que hará una gira nacional, según él, para agradecer y despedirse del pueblo sabio y bueno, cuando lo cierto es que quiere publicitar y levantar la campaña de Sheinbaum que desde que empezó no cuaja, por el contrario, sigue en plena picada.
Los intentos que hacen personajes como el ex ministro Arturo Zaldívar o Gerardo Fernández Noroña para descalificar a la candidata presidencial de la oposición, lejos de beneficiar, perjudican a Sheinbaum, a tal grado que ya se habla de que Záldivar saldrá del equipo de ésta última por el escándalo en el que se ha visto envuelto en las últimas semanas.
Por su parte, Noroña ha mostrado un comportamiento infantil en las instalaciones del Instituto Nacional Electoral ante las embestidas de Guadalupe Acosta Naranjo.
Mario Delgado en lugar de dirigir a Morena, se limita a acatar ciegamente las indicaciones de Obrador tal y como lo hace Martí Batres, jefe de gobierno de la CDMX, quien por cierto no deja de hacer declaraciones absurdas que ni él mismo se cree, por eso les digo: ¡Serenos morenos!
En las elecciones del 2 de junio de 2024, se elegirá por primera vez a una mujer para que ocupe la presidencia, además se disputarán nueve estados para elegir a su gobernador, por su parte, la disputa por la CDMX se tornará en una contienda muy reñida entre Morena y la oposición y que quién obtenga el triunfo será el menos o la menos peor, aunque me queda claro que las elecciones, lejos de ser un ejercicio democrático, son un chiquero lleno de marranos haciendo puras cochinadas, en donde los partidos políticos nos quieren impregnar un falso optimismo convertido en un alucinógeno que nos obliga a ver cosas que no existen, como el que con un nuevo gobierno todo será mucho mejor y se cumplirá con todo lo prometido.
Sin duda, la victoria se obtendrá más por la increíble estupidez del enemigo que por la superior inteligencia del vencedor.
Hasta la próxima.