*Lozoya y covid-19
Para muchos, el juicio contra Emilio Lozoya Austin (por su manejo mediático), es más un circo político que un problema judicial.
Para otros, es un distractor de AMLO para que la gente no se entere de lo mal que va su gobierno… Incluida la Pandemia y una caída de -18.9% del PIB real anualizado.
Para los más reacios, si Lozoya defraudó, abusó, corrompió y se pasó de vivo con la gente, debería estar en la cárcel… No en un hospital.
Lozoya llegó extraditado de España. Se sintió enfermo. Le detectaron anemia. Y en lugar de pisar un reclusorio, se fue a uno de los hospitales más caros de la ciudad (Los Ángeles Pedregal). ¡Al sexto piso!... Que es el área VIP de ese lugar.
Nadie lo podrá acusar de tonto (no lo es).
Y su anterior abogado Javier Coello Trejo, identificado en el pasado como “Fiscal de Hierro” (por haber encarcelado a mil 200 funcionarios en su papel de fiscal anticorrupción), no pudo defenderlo de la compra de la empresa chatarra Agro Nitrogenados cuando Lozoya era director de Pemex.
Nadie tenía un mejor perfil para defender a Lozoya.
Pero renunció al comentar que la familia de Lozoya (especialmente su papá) no le hacían caso a sus indicaciones.
Desde su captura y la extradición de España a México de Lozoya, surgieron varias preguntas básicas.
¿De verdad el ex director de Pemex y coordinador de asuntos internacionales de la campaña de Peña Nieto está dispuesto a colaborar?
¿Qué tanto se podrá encontrar en sus declaraciones sobre la corrupción en el sexenio pasado?... ¿O en los anteriores?
En una conferencia mañanera, AMLO explica lo que sucederá con este asunto: "¡Todo lo que se va a saber, porque él era director de Pemex cuando se aprobó la reforma energética! ¿Quiénes aprobaron esa reforma?, ¿qué partidos? Ahí se los dejo de tarea. ¿Cómo la aprobaron?, ¿por qué se obtuvieron los votos?, ¿cómo se obtuvieron los votos? Esto va a ayudar mucho a esclarecer las cosas, porque fue un gran engaño, un gran fraude la llamada reforma energética", (Reforma, 10/VII/2020).
Si acaso esto fuera posible, sería un caso muy distinto a otras detenciones de políticos y funcionarios en sexenios anteriores.
Lozoya, para admitir su extradición, solicitó con la Fiscalía General de la República (FGR) la figura de “criterio de oportunidad”, en la búsqueda de reducir sus penas a cambio de brindar información relevante y documentada sobre los delitos que se le imputan.
Si esto llega a suceder estaríamos en la puerta de un “Maxiproceso”, que tendría fuertes impactos en muchas áreas políticas, empresariales y judiciales.
Si se trata de revisar a fondo el sistema corruptor diseñado por las grandes empresas (Odebrecht), para generar negocios multimillonarios, que terminan por incluir a presidentes, ex presidentes, jueces y empresarios ligados a esta cadena de corrupción, podemos imaginar su alcance.
Nunca hemos vivido un proceso así en México… Pero es muy necesario.
La única forma de poner un alto a la corrupción y a la impunidad sería proceder contra todos los que resulten responsables.
No será sencillo.
Nuestros políticos están acostumbrados a mentir y a buscar excusas.
Si el caso contra Lozoya termina en un Maxiproceso, será el inicio de una nueva era en la política mexicana.
Sería un giro de 180 grados a nuestro sistema político y judicial.
¿Llegaremos a verlo?... NPI.
LOS PRIMEROS CULPABLES
Según una nota publicada el sábado pasado, se asegura que los sobornos de Odebrecht pagaron la campaña de Peña Nieto… Además de revelar sobornos a legisladores panistas por 52 mdp.
“Antes de aceptar la extradición de España a México, Emilio Lozoya informó al Gobierno federal que la empresa brasileña Odebrecht pagó 4 millones de dólares que fueron usados en la campaña presidencial de Enrique Peña en 2012”, (Reforma, 24/VII/2020).
Hay muchos indicios para comprender la participación de decenas, o cientos de implicados que hoy son parte de la oposición de AMLO.
Dice Jesús Silva-Herzog Márquez: “La lucha contra la corrupción, bandera fundamental del gobierno de López Obrador, tiene en este caso su prueba definitiva. Esa política no puede quedar en la prédica cotidiana del presidente ni en sus invitaciones a portarnos bien. La lucha contra la corrupción no avanza con parábolas y sermones… la corrupción necesita verdad y castigos”, (Reforma, 27/VII/2020).
Vivimos muchos sexenios en medio de una corrupción rampante.
Vivimos muchos sexenios en medio de una impunidad que se daban a sí mismos los funcionarios públicos.
Vivimos en una cloaca gubernamental que hoy quizá, por primera vez, pueda construir un verdadero Estado de Derecho.
A AMLO lo conocemos. Sabemos de sus intensas jornadas de trabajo. Conocemos su perseverancia. Tenemos claras sus ideas. Es cierto que quiere hacer dos sexenios en uno solo.
¿Hasta dónde llegará?
No se trata de “chivos expiatorios”. Se trata de crímenes perfectamente planeados entre los funcionarios públicos y los empresarios.
El nuevo abogado de Lozoya, Miguel Ontiveros Alonso, lo sabe bien.
Y su propuesta concreta es “aligerar los cargos contra su cliente”, a través de un intercambio de información con el Estado.
¿Le funcionará a Lozoya?
¿Le funcionará al Estado?
¿Nos funcionará a los ciudadanos?... NPI.
INICIA EL PROCESO
Un juez federal vinculó a proceso a Emilio Lozoya.
Quizá Lozoya no pise nunca una cárcel… Aunque se lo merece.
Quizá Lozoya dé a conocer los mecanismos empleados por los funcionarios públicos para cometer los delitos.
Si esto no funciona así, la estructura de impunidad en México seguirá vigente.
Puede ser una Oportunidad Política.
O convertirse en otra forma de “Oportunismo Político”.
Deben aparecer los otros implicados.
Es una enorme oportunidad del Estado.
Si no es así, le daremos vuelta a la página para hablar del fallido sexenio de AMLO.
LA CUEVA DEL DELFÍN
Con el juicio a Lozoya, lo que saldrá a la luz es la imagen de un régimen político labrado a billetazos… Y en eso, hasta los del FRENAAA, deberían estar de acuerdo.
¡Vientos huracanados!, si no me detectan anemia nos veremos por acá el próximo sábado...
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