*Denuncia AMLO delitos de lesa humanidad
*Pero a querer o no se convierte en cómplice
En días pasados el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una declaración que podría arrastrar graves, pero muy graves consecuencias a su gobierno al paso de la historia, si algún sector del pueblo sabio y mucha pieza decide llevar a tribunales la confesión y ser llamado como testigo de calidad.
Cuestión de reflexionar las siguientes palabras textuales del mandatario:
“El mercado de las medicinas antes era un jugoso negocio que se hacía al amparo del poder público y también a costa del sufrimiento de la gente, porque no sólo cobraban mucho por los medicamentos que se distribuían.
“Unas cuantas empresas tenían acaparado todo lo relacionado con el abasto de medicamentos, 10 empresas distribuidoras, ni siquiera farmacéuticas, vendían 70 mil millones de pesos; y de esas 10, tres, pues como el 40 por ciento de todos los medicamentos los distribuían a precios, repito, elevadísimos y con el apoyo de políticos corruptos.
“No sólo se compraban caros los medicamentos, sino de mala calidad, a veces adulterados, había gente que perdía la vida por recibir medicamentos echados a perder”.
Hasta ahí lo que dijo López Obrador y como se puede apreciar, se trata de una denuncia muy grave porque se atentó contra la gente, se mató con medicinas caducas y eso es lesa humanidad, porque, según sus propias palabras, se asemeja a un ataque generalizado contra el pueblo con conocimiento de las consecuencias.
Por ello se insiste en qué espera para actuar el señor presidente, porque sus palabras contienen denuncia de claros delitos de lesa humanidad.
Como se ve, se trata de una denuncia social muy grave, pero más grave es que sea la máxima autoridad del país, con todas las facultades necesarias para llamar a cuentas a esos criminales que aplicaron al pueblo medicina caduca y provocaron la muerte de gente enferma.
Y que quede claro, para hacer justicia contra esos criminales, no se necesita consultar al pueblo, no señor, es obligación de quien tiene las pruebas y denuncia, pública y abiertamente, un delito de lesa humanidad.
Seguir haciendo esto tipo de denuncias en sus mañaneras sin actuar en consecuencia, como es su obligación, solo lo marcará con esa etiqueta de complicidad, pues su gobierno, señor López Obrador, su pasará a la historia como el más cruel e irresponsable por haberse limitado solo a hablar todos los días en un escaparate que construyó para el lucimiento personal y burlarse de todo lo que sus antecesores le hicieron al pueblo que sigue castigado y sufriendo de inseguridad y falta de medicinas, como se lo reclaman todos los días frente a las puertas de Palacio Nacional.
Pero tal parece que al mandatario esto se le resbala al no darse cuenta, o hacerse el desentendido, que las inconformidades aumentan también todos los días con manifestaciones en diversos sectores de la Ciudad de México, interrumpiendo el tráfico, y paulatinamente se extienden a otros estados del país, como Veracruz.
Que quede para la reflexión.