*Fox pidió ya no leer periódicos, Calderón mandó al Ejército a trabajar como policías y AMLO los emula
Cuando el entonces presidente Vicente Fox, en una gira por Querétaro externó sus repudios contra los medios de difusión y sugirió al pueblo que ya no leyera periódicos porque publican puras mentiras, los llamados izquierdistas, ahora lopezobradoristas, pusieron el grito en el cielo…
Y cuando en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa también ocurrieron hechos de terror en las calles, como respuesta de la guerra que declaró a la delincuencia organizada, también desde ese frente, entonces opositor y ahora empoderados, se desataron severas críticas contra el calderonismo por haber mandado a las calles al Ejército a realizar maniobras de policía…
Bueno, pues esto viene a cuento, porque ahora es el presidente Andrés Manuel López Obrador quien se desgañita en todas sus mañaneras contra los periódicos y asegura que ya casi nadie los lee.
Pero además, se ha pronunciado abiertamente por modificar la Constitución para que la Guardia Nacional se dedique a trabajar de policía en todo el país, maniobra que paulatinamente está logrando.
¿Qué quiere decir esto?
Que el inquilino de Palacio Nacional copia a Fox con sus pleitos con los medios de difusión, pero va más allá, pues en la historia que reseñan sus mañaneras de estos cuatro años de su sexenio, se documenta que todos los días se enfrasca en tremendos rounds de sombra con los periódicos, El Universal y Reforma principalmente.
Pero también, a querer o no, ha copiado lo que Calderón intentó con esa guerra que declaró al crimen organizado, ataviado con un uniforme de militar que le quedaba grande y que le ocasionó que los izquierdistas opositores, ahora empoderados, lo apodaran “borolas”.
Solo que el entonces presidente panista anunció que solo enviaría a las fuerzas armadas a las calles a combatir a los malosos y luchar al parejo con las poderosos armas que éstos poseen desde ese tiempo, mientras que López Obrador disfrazó ese mismo objetivo con la paulatina transformación de la mayoría de los soldados en policías que se encargan de cuidar a la ciudadanía.
Sumado a ello, el actual presidente de la mal llamada cuarta transformación no se quedó únicamente en la integración militar a la seguridad del pueblo y combate al crimen organizado, sino que los hizo empresarios al incorporarlos a tareas de construcción de obras públicas, verbigracia la ampliación del aeropuerto militar Santa Lucía, ahora pomposamente llamado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya y la refinería Tres Bocas.
Ya ni hablar de los programas sociales que impulsó quien fuera su más odiado contrincante político, Carlos Salinas de Gortari, quien impulsó aquel programa llamado Solidaridad que fue muy apreciado por muchas amas de casa y que, incluso, lo anunció con la promesa de llevar a México a niveles de primer mundo, como ahora lo ofrece López Obrador en con el servicio médico.
Así las cosas, como dijera el ya clásico del momento, “esto para los jóvenes”, solo es cuestión de revisar la historia del cacareado neoliberalismo, para descubrir las similitudes.
Y lo que falta de reseñar.