*La educación al garete
Apenas en agosto pasado, el doctor Juan Pablo Arroyo Ortiz, entonces subsecretario de Educación Media Superior, presentó el Rediseño del Marco Curricular Común de la educación Media Superior 2019-2021, mismo que entrará en vigor a partir de 2023 y reformará los 32 subsistemas de bachillerato del país, que incluye al de las 24 universidades autónomas y del sistema particular.
El proceso a la reforma del plan de estudios llevó “tres años en que se consultaron a los docentes, a las autoridades de los planteles, a los secretarios de educación de las entidades, a las universidades públicas que cuentan con bachillerato y a las escuelas particulares y hasta ahora existe “consenso” en el nuevo marco curricular”*. Y a diferencia del plan de estudios de educación básica no habrá plan piloto, sino que se introducirá el nuevo plan en agosto de 2023 y en febrero de 2024 se va a evaluar para realizar “ajustes en todo el sistema”, para “hacer las correcciones en la práctica”*.
Como parte de los anuncios del funcionario, se vuelve indispensable destacar el diagnóstico sobre los estudiantes del sistema de ese nivel educativo, ya que “sólo seis de cada 10 jóvenes en México logran concluir la educación media superior. De los que egresan 1.3 millones que desearon ir al nivel universitario no continuaron porque no tenían dinero, fueron “rechazados” por no aprobar los exámenes de selección, no les gustó la carrera porque no era de su interés, encontró trabajo o se embarazó entre otras razones. Mientras otros 603 mil desistieron de seguir estudiando porque también tenían que aportar ingreso a su hogar, contrajeron matrimonio, además de las razones económicas”. Lo que nos describe a detalle la terrible situación por la que atraviesan miles y miles de familias para lograr que sus hijos tengan acceso a mejores niveles de preparación y formación especializada o técnica, al igual que la desesperada y desesperante necesidad de obtener recursos para otorgar becas a los muchachos.
Pero en el mundo de los otros datos, el diagnóstico (oficial) de la SEP contrasta dramáticamente con la información publicada por la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, donde se informó que hasta junio de este año hay más de 8 millones de beneficiarios y para ser precisos se detalla: “Por nivel de estudios en el país, en Educación Básica se ha beneficiado a 3.7 millones de familias, con 12 mil millones; en Media Superior precisó que son cuatro millones de alumnas y alumnos, con 13 mil millones; en Superior, a 405 mil jóvenes, con tres mil millones; y a través del Conacyt están becadas en posgrado dos mil 972 personas”**.
Según esas cifras desde nivel básico hasta superior han recibido de forma directa más de 30 mil millones de pesos. Lo que es un dineral por donde se quiera ver.
Pero según los números de la propia SEP; “de los más de 29 millones de estudiantes, 24 millones 479 mil 952 son de educación básica; cinco millones 244 mil 352 de educación media superior y 124 mil 742 de escuelas normales”***.
Entonces, según estos datos, prácticamente más del 75% de los estudiantes del nivel medio superior están becados. Lo que es un poco difícil de creer, ¿no le parece?
Pero en materia de prioridades presupuestales, la educación no forma parte de ellas, pues en esa misma ocasión el subsecretario informó: “desde el año 2019 no se han ampliado los espacios para alumnos de educación media superior ni infraestructura dentro de las escuelas de bachillerato por la situación de “crisis” que enfrenta el país”.
“El programa vigente no tiene recursos para ampliación de matrícula e infraestructura en educación pública, esto debido, primero a una decisión presupuestal dirigida por el gobierno de no darle recursos a la educación y después a la crisis económica. En 2019 tuvimos recursos, pero después de la pandemia —en el 2021— y ahora, tenemos graves dificultades presupuestales. Hemos estado haciendo gestiones para conseguir para el próximo año, tenemos recursos para iniciar la recuperación de algunas instalaciones en las escuelas más lastimadas"*.
Ahora bien, lo inaudito del caso es que al doctor Arroyo Ortiz, quien dentro de su larga trayectoria académica y profesional fue director de la Facultad de Economía de la UNAM entre muchos otros cargos y distinciones, fue substituido por la licenciada Nora Rubalcaba Gámez, quien fue profesora de primaria y secundaria, diputada local y candidata perdedora de Morena al gobierno de Aguascalientes, será la encargada de poner en marcha el nuevo plan de estudios a nivel nacional y sin dinero.
Así que tendremos que esperar a saber después del legado de la Miss Delfina, qué dejará la gestión de la Miss Lety Ramírez en la SEP y la Miss Nora Ruvalcaba en materia educativa, que como ya sabemos estuvieron alejadas del ámbito docente por décadas.
Otro aspecto a considerar son las sugerencias de reformas que hiciera a México esta misma semana la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), para retomar sus tasas de crecimiento por arriba del 2%.
Dichas reformas serían: aumentar la participación femenina en el mercado laboral, reducir la informalidad y mejorar la calidad de la educación-primordialmente- en el nivel básico. Lo que dudo mucho vayan a ser consideradas muy seriamente por las autoridades competentes a menos de dos años de que concluya esta administración.
Pero como mero dato cultural recordaremos que México quedó en último lugar en las Pruebas Pisa de 2018, y en breve serán publicados los resultados correspondientes a las pruebas que fueron aplicadas del 27 de abril al 31 de mayo.
Mientras tanto, sigue la lucha por las calles para ver quién hace la manifestación más grande y toda la atención nacional está centrada en el mundial del futbol, el quinto partido y el agradecimiento a Memo Ochoa.
*https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/admite-sep-no-hay-dinero-para-prepas-8800640.html.
**https://www.gob.mx/becasbenitojuarez/prensa/mas-de-8-millones-de-estudiantes-beneficiados
*** https://www.gob.mx/sep/es/articulos/boletin-sep-no-206-