*La Gira de la Revancha
El estimado, sapiente y formal Diego Fernández de Cevallos, el pasado 28 de junio publicó en Milenio:
“Si la esquizofrenia es el trastorno mental que impide a una persona pensar, sentir y comportarse lúcidamente, esta enfermedad, en el ámbito político, es epidemia nacional. Con solo revisar los 40 millones de spots que los partidos y candidatos nos recetaron en el reciente proceso electoral, advertimos que privilegiaron la estupidez, la mentira, la injuria y la comicidad arrabalera. De ideas y lucidez, nada”*.
Unos cuantos días antes, en esta misma columna referimos acerca de “las terribles escenas de los candidatos en Tik Tok y redes sociales, que lejos de orientar, informar o persuadir a sus posibles electores, muchos de ellos aprovecharon el tiempo electoral para hacer promesas de reparto de dinero, becas, calles nuevas, internet gratis, escuelas nuevas y modernas, como si se tratara de una versión multiplicada de Santa Claus o hacer verdaderos happenings con música, desnudos, leperadas, mentadas, recomendaciones estúpidas llegando a la brujería y la superstición”. Eso fue lo que dijimos.
Y tal como era de esperarse, toda esa serie de desatinos, equivocaciones, ligerezas y concesiones por parte de los dueños, directivos y trabajadores de los medios de comunicación, no solo no pasan desapercibidas… sino que se traducen en pérdida de confianza por parte de las audiencias, los lectores o usuarios de las plataformas informativas… ya que en el mediano plazo tienen repercusiones tan severas como lo reportó Rogelio Hernández López, en sus “Miradas de Reportero”, en donde destacó que según el reporte 2021 del Instituto Reuters: “la confianza en la prensa de 45 naciones subió 6 puntos y que la excepción fue el mercado de la información mexicana al caer a su nivel más bajo desde 2017: sólo 37% de mexicanos confían en sus medios de prensa”. Lo que –según la misma fuente- “confirma la tendencia a la baja que detectó en 2018 la Asociación Latinobarómetro”.
Así pues, los desatinos, ocurrencias, chistoretes, puntadas, ofensas y amenazas de las pronunciadas en las mañaneras en Palacio Nacional (desde hace dos años) y reproducidas casi textualmente en los medios todos, cual altavoces sin filtros, comprobaciones o contrastes de lo ahí dicho, obviamente que tiene repercusiones tal y como ya señalamos.
Más aún, en medios de reconocido prestigio internacional (The New York Times, Le Monde, The Economist, el Times de Londres, Le Figaro, Le Point y otros), que aquí han sido descalificados como pasquines, o medios serviles a los intereses de los poderosos de otros países, las obscenas escenificaciones matutinas de Palacio Nacional, donde a los periodistas se les ofende y ni siquiera se les da la palabra, mientras que a bufones e impostores autonombrados periodistas, se les informa a placer sobre preguntas hechas a modo para el lucimiento del presidente o sus funcionarios, sin cuestionar o verdaderamente entrevistar al funcionario, a sabiendas que siempre escapa con muletillas o evasivas.
Una frase verdaderamente digna de destacarse y que refleja claramente el desorbitado afán protagónico que caracteriza al líder de la 4T es: “Dejadme solo con todos los toros”. “Al estilo de los grandes diestros, pero en una apuesta que, por ende, implica enormes riesgos”. Tal y como lo refirió Salvador Camarena en el diario El País también esta semana.
Y con esa mentalidad epopéyica, para combatir al nuevo enemigo que es la clase media; “siempre manipulable, inescrupulosa y voraz, despreocupada de las necesidades del pueblo y del bienestar ajeno”. Semana a semana en una gira permanente a todo lo largo y ancho del territorio, seguimos escuchando cómo transformar a México con solo verborrea, sin dinero, sin proyectos consolidados o certificados por nadie, corriendo a medio gabinete e improvisando…siempre improvisando.
Mientras tanto en los Estados Unidos, ellos también sufren de los delirios de quien fuera castigado en las urnas por un poco más de la mitad de los electores de ese país y que hace apenas una semana anunció su próxima visita a la frontera texano-mexicana para revivir su principal caballito de batalla: “la inmigración y la situación en la frontera con México”.
Donald J. Trump, “como es habitual en el expresidente, lanzó una serie de acusaciones de manera infundada y sin ofrecer pruebas para criminalizar a los indocumentados que llegan a EU. Y según reportó la agencia EFE: "Solo cinco meses de la Administración de Biden han sido una catástrofe completa y total, los delitos están subiendo, los asesinatos están aumentando, los departamentos de policía están desmantelados, los extranjeros ilegales están entrando por nuestras fronteras, nadie ha visto nunca esto".
Tales afirmaciones y anuncios han merecido que la prensa norteamericana desde ya, califique este proyecto como “la gira de la venganza”, aunque para nosotros eso solo constituye lo que bien podríamos calificar como una gira de revancha, pues de que Trump ahora está más preocupado por que las autoridades judiciales de su país no lo sometan a juicio tanto a él, como su familia, sus negocios y a varios de sus colaboradores, ex colaboradores y socios, es lo que constituye el leit motiv de su resurgimiento político.
Y bien podríamos decir que en nuestro país, algo muy similar está sucediendo; desde las elecciones el humor presidencial ha variado de manera significativa, y vaya que sí; se han despedido funcionarios que eran considerados favoritos del poder, se ha señalado al empresario más connotado de México como responsable de la catástrofe del Metro, se ha inventado un concurso de descalificaciones en la prensa nacional e internacional (el quién es quién?… en a ver sabe qué?). También se han anunciado cambios en las áreas más sensibles del gobierno; se han anunciado expropiaciones de tierras para el aeropuerto de Felipe y sus Ángeles; se han desoído las demandas y denuncias contra el Tren Maya; se insiste en bajar sueldos de funcionarios del Poder Judicial y organismos autónomos, ampliar el periodo del presidente de la Suprema Corte y no paramos en seguir con el show de un solo hombre en la gira de la revancha.
Pero como bien señaló alguna vez Rafael Molina Sánchez, “Lagartijo el Grande”: “En esto del toreo. Hay quienes saben lo que hacen… y otros que hacen lo que saben”.
Usted, ¿cómo la ve?
* https://www.milenio.com/opinion/diego-fernandez-de-cevallos/sin-rodeos/mexico-empobrecido-por-su-politica-degradada”.