*México y el entorno VICA
Aunque los cambios históricos difícilmente pueden fijarse en un calendario, el 9 de noviembre de 1989, bien puede considerarse como el día en que terminó la Guerra Fría; cuando cayó el Muro de Berlín (La Cortina de Hierro), se puso fin a 9 lustros de la división del mundo en dos bloques, se inició la reunificación de Alemania y se aceleró la desintegración del Pacto de Varsovia y la Unión Soviética en 15 repúblicas independientes.
Pero ya desde “1987, la U.S. Army War College desarrolló el acrónimo VICA para describir la: Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad, del mundo al terminar la Guerra Fría. Básicamente se usó este término para describir lo que continuó después de la desaparición de la Unión Soviética, y cuando el liderazgo se fragmentó en distintas regiones en lugar de tener dos líderes dominando el globo”*.
“Este cambio en los poderes fácticos provocó que el entorno político y económico fuera menos predecible y hubiera brotes de guerrillas en distintas zonas del mundo. Las cuales actuaban de manera disruptiva y eran mucho más versátiles que los ejércitos organizados. Las guerrillas podían atacar de manera impredecible, hacer daño y replegarse a sus bases antes de que los gobiernos pudieran organizarse”*. El mejor ejemplo de ello lo podemos encontrar en la fallida invasión y vergonzante salida de los Estados Unidos de Afganistán, donde después de 20 años todo terminó en medio del caos, la tragedia y la prolongación de la desgracia para esa nación que hoy sigue bajo el despotismo de los talibanes.
Por su parte China, la Unión Europea (todavía con Inglaterra) y varios países africanos, latinoamericanos también hicieron manifiestas sus intenciones de modificar el statu quo mediante la ampliación de sus mercados y zonas de influencia, lo que provocó ese ambiente de volatilidad, incertidumbre, complejidad, y ambigüedad (VICA), en el que hoy nos desenvolvemos.
El establecimiento del TLCAN hoy T-MEC en América, el bloque europeo, China y Rusia, la separación de Inglaterra de la Unión Europea, la expansión económica de China, la invasión rusa a Ucrania, los ensayos nucleares de Pakistán, Irán y Corea del Norte, el cambio climático, el reajuste de los energéticos, los cambios autoritarios y populistas en múltiples gobiernos, forman el caldo de cultivo perfecto para desarrollar y promover la mayor inclusión de la tecnología y la ciencia a las políticas de Estado y generar los modelos que permitan la creación de escenarios que logren disminuir los efectos de los desajustes de los mercados, y las cadenas de producción y distribución de materias primas, mercancías y alimentos.
Por si todo lo anterior de suyo no fuese lo suficientemente complejo para dedicarle toda nuestra atención para evitar descalabros a la economía nacional, que después de la pandemia quedó bastante mal parada, ahora con el resurgimiento de casos de Covid-19 y otras enfermedades desconocidas, así como la aparición de epizootias en el norte del país, más la inflación actual y la posible recesión para el año próximo, el panorama se vuelve crítico y hasta el momento no nos hemos enterado o no nos han informado sobre las posibles medidas de contingencia que se puedan tomar no sólo para 2023 o 2024. Aunque tampoco es momento para hacer programas o proyectos de largo plazo.
Muchos especialistas en economía coinciden desde hace dos años en calificar esta década como perdida.
Pero lo inquietante, insisto, es que lejos de aprovechar las ventajas del multitraído y llevado near-shoring; de las oportunidades que representan para los inversionistas extranjeros la relocalización de sus inversiones en México ahora que abandonan China, pues nomás no se termina de ver claro si es que existen los proyectos a futuro de este gobierno que ya agoniza.
Porque el gobierno y sus titulares se van… pero el país se queda muy maltrecho. Y satisfacer, organizar, alimentar, educar, atender sanitariamente a 125 millones de habitantes para nada es asunto sencillo.
“Los ejemplos más claros del entorno VICA los vemos en sectores como gobierno, la banca, la industria o los servicios, donde deben manejar día a día la incertidumbre generada por las fluctuaciones del mercado y los avances tecnológicos”**.
“El auge de los e-commerce, los ERP, CRM y otros tipos de software ha hecho que las empresas sean más eficientes y aumenten sus ingresos”. “Sin embargo, con la reciente crisis sanitaria provocada por el coronavirus, el término de entorno VICA se ha popularizado considerablemente, ya que el Covid-19 ha conseguido tambalear los cimientos de lo que antes considerábamos como normalidad para crear un nuevo mundo cuya base es la digitalización”**.
Para lograr una adecuada adaptación al entorno ya descrito los conocedores del tema recomiendan: “cambios de paradigma; modificar modelos; cambio en los líderes: necesitamos personas con unas competencias distintas; cambio en las reglas del trabajo: cómo pasar del convenio a las reglas de la experiencia para generar compromiso. Cambio en la cultura organizativa: para pasar de estructuras jerarquizadas, en su mayoría invisibles, hacia estructuras horizontales de participación”**.
Así pues, en un ambiente de cambios imprevistos, interrupciones de los flujos normales de operación, alteración de los valores y prácticas habituales y fluctuaciones abruptas de los mercados, ¿dónde quedamos los mexicanos, cuando nuestras grandes inversiones están destinadas a la industria del carbón, el petróleo, los aeropuertos de medio pelo, a trenes improductivos y el reparto a granel de efectivo?
La única excepción a todo ese desbarajuste será si efectivamente lo terminan en tiempo, forma, la calidad y seguridad necesarias el Tren Interoceánico, que efectivamente sería un detonador de inversiones y rendimiento económico impresionante.
De Salina Cruz a Coatzacoalcos por carretera son 324 kilómetros que es cuatro veces la longitud del Canal de Panamá, es decir; en cinco horas pasarían las mercancías del Océano Pacífico al Golfo de México, pero el tiempo de espera para atravesar dicha vía es de 24 a 36 horas, de ahí la importancia de concluirlo de la manera más cuidadosa y profesional posible.
Y esperemos que a la vuelta de dos años ese puerto y vía férrea no se convierta en madriguera de pillos, asesinos, salteadores, bandidos, narcotraficantes o le vayan a cobrar derecho de piso al ferrocarril.
En lo que hace a patentes para aprovechar el Litio mexicano y otras de nuestras riquezas, supongo seguiremos esperando que al igual que sucedió con el petróleo nos conformaremos con ver cómo lo explotan los chinos, los japoneses o los europeos.
Tenemos que impulsar la educación superior y la tecnología nacionales.
*https://inmobiliare.com/el-mundo-vica-lo-que-debemos-entender-de-la-situacion-que-vivimos-actualmente/
**https://pqs.pe/aprende-mas/entorno-vica-que-es-y-como-adaptarlo-a-la-cultura-organizacional/