Un País Feliz… Pero con Hambre
Mucho es lo que se ha hablado, especulado y debatido hasta el hartazgo sobre la función de las conferencias matutinas, que según el concepto original de las mismas sería: informar al pueblo de México, pero han servido para todo menos para informar.
Sin embargo, como bien sabemos, en ese palenque mañanero se ha repetido incansablemente que “el pueblo es feliz, feliz, feliz”, “que vamos muy bien”, “que son millones los beneficiarios de los programas sociales”. Pero no se ha mencionado que también son millones los que padecen hambre… mucha hambre.
Desgraciadamente “las cifras preliminares sobre la pobreza en México, relativas a que podría haber pasado de 52.4 millones de personas en el 2018 hasta 67 millones en pobreza en 2020, y de 9.3 millones a más de 18 millones de pobreza extrema en el mismo periodo –según nos relata Mario Luis Fuentes-, colocan a nuestro país ante el drama exacerbado de la desnutrición y la inseguridad alimentaria de millones de familias”. (Excélsior 05/07/2021).
Desde que inició el actual régimen, innumerables han sido los comentarios y opiniones sobre la pureza y bondad de los programas sociales que procuran lograr un beneficio para las personas sin los ingresos o condiciones laborales para una vida digna. En lo que se ha discrepado abiertamente, y en ocasiones de forma grosera, es sobre las formas o procedimientos que se han escogido para ello; al suponer que la entrega de dinero en efectivo en manos de los necesitados es la fórmula idónea para resolver sus carencias, privaciones u opciones vitales para salir de su desgracia que bien comprobamos que no es así… Al menos hasta ahora.
Bien sabemos, que desde la presidencia se ha ordenado el desmantelamiento de programas, instituciones, organismos, fideicomisos, entidades y demás agencias que pretendían cubrir o satisfacer, aunque fuese parcialmente las necesidades de las personas contempladas o registradas en los programas sociales.
Por eso, para los principales programas de este régimen, durante 2020 se destinaron 447 mil 837 millones de pesos.
Y mire usted de que hablamos: en el caso de la Pensión para Adultos Mayores el monto fue 129 mil 350 millones; la Pensión para Personas con Discapacidad contó con 14 mil 197 millones. Con las Becas para el Bienestar se otorgaron 67 mil 247 millones de pesos.
Asimismo, más de 7 mil millones fueron para Jóvenes Escribiendo el Futuro; casi 29 mil más para la Beca Universal Benito Juárez de Educación Media y Superior y otros 30 mil 500 para becas de Educación Básica. Eso además de los 237 mil 40 millones para el sector salud, con el fin de brindar atención médica y medicamentos gratuitos.
Aquí se incluye “una bolsa de 40 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar” (Emilia López Pérez, El Financiero 12/03/2020).
Como se puede apreciar casi medio billón de pesos se repartió alegremente el año pasado y como nos refirió Mario Luis Fuentes: “la pobreza es una realidad que se ha profundizado por Covid-19, y sobre la que muy poco se ha avanzado en las últimas décadas”.
De igual forma, el sobrepeso y la obesidad infantil siguen incrementándose al nivel de un 7.5% del total de las niñas y niños de América Latina y el Caribe, pero en México de acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud rebasa el ¡30 por ciento!
Ese es un dato escalofriante, no podemos seguir hablando de niños gorditos, los datos nos avisan sobre una mala o muy mala condición alimentaria que sumada al incremento de precios de los alimentos y los productos básicos en los hogares con carencias, y aunado al desempleo provocado por la pandemia, las posibilidades de acceder a las condiciones adecuadas para una alimentación saludable que permita el desarrollo de los infantes se ve cada día más difícil.
Según los mismos datos de Coneval, y como reitera Mario Luis Fuentes, esto significaría que al menos 16 millones de personas que han caído en la pobreza, no alcanzarían a formar parte de los padrones de los beneficiarios en los programas sociales.
Nada ni nadie nos puede garantizar que las condiciones económicas del país puedan mejorarse significativamente, cuando un día hay injurias a los inversionistas privados y al otro se les escamotean las ganancias, por consideraciones de orden ideológico que muy poco tienen que ver con proyectos de crecimiento y desarrollo económico digno de cualquier país estable.
La ayuda bimestral de la Pensión Universal para Personas Adultas Mayores actualmente es de 3,100 pesos, lo que equivale a 51.60 pesos diarios, lo que apenas alcanza para un kilo de tortillas (18 pesos) y un kilo de frijoles. ¿Usted cree que eso resuelve el problema de un adulto mayor?
En nuestro país las carencias y la desigualdad lo han caracterizado desde las épocas del Barón de Von Humboldt. Y esperar de cualesquier régimen que en tres años hubiese logrado algún tipo de avance significativo y ejemplar, sería prácticamente un sueño. Pero lo que sí se ha convertido en una realidad amarga, es que como ya señalamos a pesar de regalar medio billón de pesos al año, esa calamidad y sus consecuencias lejos de disminuir continúan creciendo de forma descontrolada.
En cuanto hace a salud, la situación no es muy distinta y no repetiremos la incapacidad del sistema de salud nacional para atender a la población, al igual que el desabasto de personal, equipos y medicamentos que le han merecido al secretario de salud, Jorge Alcocer, el título de doctor florero y a Hugo López-Gatell
el de doctor muerte.
Pero como señaló el Presidente hace un mes que su “gran preocupación” era que las elecciones pasaran sin incidentes y que la gente tuviera la garantía de salir a votar sin miedo, sin temor, eso era lo más importante. Para así poder continuar la transformación de México y por eso mismo apenas el 8 de junio, manifestó estar feliz, feliz, feliz. Tal y como en agosto de 2019 antes del informe también aseguró que México es un país feliz, feliz, feliz… pero con mucha hambre.