*¡¡Y ahora resulta!!
Como en la terrible historia del Monje Loco: ¡Nadie sabe… Nadie supo!! La trágica historia de la “perla del Pacífico”. Un buen día ese destino turístico famoso mundialmente desde hacía más de 80 años, sus habitantes fueron a dormir una lluviosa noche de octubre y al amanecer la lluvia, los vientos y las olas lo habían desaparecido.
Así… como novela de terror o de negligencia criminal de proporciones apocalípticas. De un día para otro desaparecen las construcciones de una ciudad con poco más de 800 mil habitantes y una infraestructura con conectividad internacional y el principal motor económico del saqueado y ensangrentado estado de Guerrero.
Y si usted cree que le estoy exagerando, pues vámonos a los datos duros, esos no necesitan justificación: “Guerrero tiene la segunda tasa más alta de informalidad a nivel nacional, ya que el 71.1% de los trabajadores tienen un empleo sin prestaciones sociales o vínculo reconocido. La tasa nacional fue de 50.1% en el 2022 T4”*.
En 2022, el registro de puestos de trabajo ante el IMSS de Guerrero aumentó 3.9%. Fue la 15º entidad con mejor desempeño, pero no logró el 75% de su meta de generación de empleo”*.
Con 64.8% de su población en pobreza laboral (con ingresos laborales del hogar insuficientes para cubrir las necesidades alimentarias mínimas) Guerrero es la 2º entidad con peor desempeño en México”*.
Lo que ya es bastante decir… Así que con esos datos de muestra creo que nos pintan un panorama lo suficiente claro de la demagogia y de la piedad interesada, convenenciera y ramplona de muchos comentaristas y políticos que derraman amargas lágrimas de cocodrilo por la terrible suerte de los acapulqueños y los guerrerenses todos, como si lo anterior nunca lo hubieran visto o jamás nos hubiésemos percatado del infierno en que viven los trabajadores del Acapulco de las ensoñaciones clase-medieras nacionales, principalmente chilangas.
Incluso algo que no se menciona es el elevado grado de reducción poblacional del puerto, parte por migración parte por la delincuencia que azota desde hace 20 años al estado. Y que mucha de la gente que se regresa a sus antiguos poblados son fácilmente reclutados o esclavizados por los gavilleros, narcotraficantes, abigeos, invasores y delincuentes de toda laya para el trasiego de drogas o para enfrentamientos con el ejército u otros grupos rivales.
Otro dato terrible del estado de Guerrero se resume así: “El 12.3% de la población estatal tiene alguna limitación para realizar alguna actividad cotidiana, 6.0% tiene discapacidad y 1.3% tiene algún problema o condición mental. En total, 18.9% de la población en la entidad tiene alguna limitación en la actividad cotidiana, discapacidad o algún problema o condición mental”**.
Pero la ceguera voluntaria sobre la terrible realidad de violencia, miseria y descomposición social ahí ha estado desde hace años sin que a nadie le haya provocado mayores malestares de los dichos a los hechos:
“Acapulco es considerado el municipio más peligroso del país”.
“Se encuentra entre los 20 municipios de México con mayor incidencia en extorsiones y robo con violencia. Además de un número significativo de asesinatos que lo han posicionado como la segunda ciudad más peligrosa del mundo”.
“De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el primer semestre de este año se han registrado 800 homicidios dolosos en el estado, lo que representa un incremento de 20% respecto el mismo periodo del año anterior cuando sumaron 666 muertes intencionales”.
“Así han estado de ausentes la autoridad, la ley y el orden, que van más allá del atasco del presidente en el lodo en su intento por llegar por carretera y de su retorno súbito, para estar al día siguiente de la tragedia de regreso en Palacio Nacional puntual para su conferencia de prensa mañanera, “porque ayuda más” que esté coordinando desde ahí toda la ayuda para los damnificados”***.
Y en cuanto a aquello de que no se pudo hacer nada absolutamente nada para hacer sonar alarmas y protocolos de alerta para que habitantes y turistas pudiesen buscan refugios, albergues o formas de protección, nada más no se los creo. Mecanismos y protocolos de emergencia existen en este país desde hace más de 50 años y curiosamente si existe algún lugar donde sobran cuarteles militares y base naval es precisamente Acapulco.
Pero como el Ejército y la Marina Armada están correteando migrantes y construyendo trenes, aeropuertos, carreteras y demás caprichos monumentales, ya en su momento se aprovecharán para lo indispensable, lo prioritario pues.
Es muchísimo lo que se ha escrito, considerado e interpretado pero efectivamente esto que sucedió en Acapulco no tiene perdón ni del diablo.
*https://mexicocomovamos.mx/fichas-por-estado/guerrero/
**https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/EstSociodemo/
***https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Los-nuevos-colores-de-Acapulco