Una herramienta crucial para el desarrollo

Tras un paréntesis de nueve años, la publicación de las estimaciones oficiales de la pobreza en Guatemala es una realidad. El Banco Mundial desempeñó un papel clave, brindando apoyo al Instituto Nacional de Estadística (INE) para realizar la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) de 2023, que proporciona datos vitales sobre los niveles de vida de la población guatemalteca.

Asimismo, el Banco Mundial proporcionó asistencia técnica para revisar la metodología de medición de la pobreza, siguiendo las mejores prácticas internacionales y con el apoyo del Fondo Mundial de Datos. El proceso finalizó en julio de 2024, y en agosto del mismo año el INE presentó los resultados de la encuesta, junto con las nuevas estimaciones oficiales de pobreza, durante un evento de alto nivel celebrado en el palacio presidencial.

Un elemento crucial del proyecto fueron los esfuerzos para fortalecer la capacidad del INE, que mejoraron significativamente sus conocimientos técnicos. No se trató de un esfuerzo unilateral, sino de un proceso verdaderamente colaborativo e interactivo, caracterizado por responsabilidades compartidas entre el INE y el equipo del Banco Mundial.

Ambos equipos aportaron conocimientos, habilidades y experiencia, lo que contribuyó a fomentar un entorno de aprendizaje mutuo y cooperación. El Banco Mundial prestó considerable asistencia técnica, ofreciendo orientación sobre las mejores prácticas internacionales e intercambiando experiencias en otros países.

El INE, a su vez, desempeñó un papel central en la adaptación de estas prácticas al contexto guatemalteco, garantizando que las metodologías desarrolladas fueran, a la vez, rigurosas y pertinentes a nivel local.

Los resultados de este proyecto serán fundamentales a la hora de configurar el desarrollo de Guatemala y orientar los procesos críticos de toma de decisiones:

En primer lugar, las nuevas estimaciones de la pobreza permitirán al Gobierno evaluar la eficacia de programas y proyectos existentes que buscan aliviar la pobreza. Los nuevos datos mejorarán la capacidad de monitorear el bienestar de la población y servirán como referencia para las proyecciones de pobreza en el corto y mediano plazo (pueden ser anuales o mensuales).

De esta manera, los responsables de formular políticas pueden determinar qué iniciativas están generando beneficios tangibles para la población y cuáles podrían requerir ajustes o un rediseño integral para mejorar el cumplimiento de sus objetivos.

En segundo lugar, los datos permitirán obtener estadísticas de pobreza en zonas pequeñas utilizando las técnicas más actualizadas, lo que resulta esencial para la asignación equitativa de los recursos.

Estas estimaciones proporcionan una visión detallada de los niveles de pobreza en niveles administrativos bajos, como los municipios, lo que permite realizar intervenciones más específicas.

Al comprender las variaciones locales de la pobreza, el Gobierno puede asegurarse de que las transferencias subnacionales y los fondos públicos se distribuyan más eficazmente entre las zonas más necesitadas, lo que contribuye a incrementar el impacto de los programas sociales y reducir las disparidades regionales.

En tercer lugar, los datos permitirán que académicos, grupos de estudio e instituciones  asociadas al desarrollo (incluido el Banco Mundial) sigan realizando análisis para identificar los obstáculos al crecimiento inclusivo y determinar los factores que perpetúan la pobreza y la desigualdad.

Esto incluye comprender problemas estructurales como el acceso limitado a la educación, la atención médica y las oportunidades laborales, así como las desigualdades sociales y económicas que dificultan la movilidad social.

Con estos conocimientos, los responsables de formular políticas pueden diseñar estrategias más inclusivas que fomenten el crecimiento económico y, al mismo tiempo, garanticen que sus beneficios llegan a los grupos en situación más marginal y de vulnerabilidad.

Por último, los datos actualizados contribuirán significativamente a comprender la vulnerabilidad al cambio climático y las fenómenos asociados. Guatemala, uno de los países que forman parte del Corredor Seco Centroamericano, es muy susceptible a los riesgos ambientales, como sequías, inundaciones, deslizamientos de tierra y huracanes, que afectan de manera desproporcionada a las poblaciones más pobres.

Los datos proporcionan información valiosa sobre cómo el cambio climático exacerba la pobreza y cuáles son las comunidades que corren mayor riesgo.

En definitiva, se trata de una herramienta muy importante para que los encargados de formular políticas en Guatemala puedan mejorar el bienestar de la población guatemalteca.

Este proyecto forma parte del Servicio de Fortalecimiento de la Capacidad patrocinado por el Fondo Mundial de Datos del Banco Mundial con financiamiento del Ministerio de Relaciones Exteriores, del Commonwealth y de Desarrollo del Reino Unido para reforzar los esfuerzos destinados a ayudar a los países a mejorar su capacidad estadística y abordar las brechas críticas de datos.

Carolina Mejia-Mantilla

*Economista Sénior en la Práctica de Pobreza y Equidad

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