*Entre la angustia y la esperanza
En los recientes días llegan informaciones alarmantes en grado extremo: aumenta el número de contagiados de Covid- 19; ya superamos los 106 mil fallecidos; las camas de hospitales para esta enfermedad están por saturarse; la gente en la Ciudad de México no deja de ir al centro de la capital, ya que entran 500 personas por minuto; el irresponsable Enrique Alfaro, abrió el estadio de las Chivas del Guadalajara para un encuentro contra el América; para no variar, Gerardo Fernández Noroña fue al INE sin cubrebocas porque “él es un hombre libre” (sic irresponsable) y está por llegar el festejo Guadalupe- Reyes, donde todo se relaja al máximo.
Viñetas de un momento de nuestro país que muestran lo complicado y difícil para enfrentar una pandemia como la actual, que ha cobrado más de un millón de muertos y tiene con los pelos de punta a gobernantes, científicos y quienes en verdad son ciudadanos.
Por el otro lado, en la Ciudad de México el secretario de Salud, Jorge Ochoa, informó que hay 26 macroquioscos y 57 pequeños, en 157 colonias prioritarias, de alta incidencia en la enfermedad, donde se realizan pruebas rápidas de Covid 19, con el fin de que los infectados se aíslen, y próximamente se realizarán dichos estudios en 117 centros de salud.
Claudia Sheinbaum ha dicho que pondrá lugares para que los peregrinos que vienen a la Basílica sean retenidos, amén que acordó con las autoridades eclesiásticas que la Basílica esté cerrada del 10 al 13 de diciembre.
Los secretarios de Hacienda, Arturo Herrera, y el de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijeron por separado que antes de fin de año se iniciarán las pruebas de la vacuna Pfizer, que está siendo cuestionada, para los contagiados con la enfermedad.
El rebote de la economía nacional en los últimos meses fue amplio, más del 12 por ciento; Donald Trump, por fin, dice que dejará el gobierno si los conteos en su contra así lo indican, algo que muestra que su gran locura tiene límites, lo que permitirá que también en EU pueda abrirse paso a que la ciencia tome en sus manos el asunto del Covid-19.
El panorama, pues, no es de optimismo, más bien de incertidumbre en los dos problemas mayúsculos que tenemos en el mundo: la enfermedad que dicen llegó para quedarse y la situación económica que cada vez es más incierta en todos los países.
Claro, de llegar un alivio en el primer caso, los primeros vacunados serán los trabajadores de la salud. Luego irán los profesores, los elaboradores de alimentos, los que atienden en los servicios y los más vulnerables de la sociedad: adultos y jóvenes con enfermedades. Después irán haciéndolo masivamente, pero, según algunos especialistas, el asunto se irá resolviendo hasta a finales del 2021, no antes.
En la economía, la recuperación será lenta, ya que hay muchas inequidades, y es casi imposible que exista una situación que posibilite un mayor número de plazas de trabajo, mejor repartición de la riqueza, una actitud más bonancible para la mayoría.
Se necesita, a mi entender, que las polarizaciones no sigan extremándose, más bien se requiere un pacto con el fin de sacar las castañas del fuego. Algo que en México será casi imposible porque en el próximo 2021 hay elecciones y los golpes estarán a la orden del día.
Además, aquí estamos en la apertura de una serie de conflictos mayores ya que los cantantes políticos de la pasada administración, el trío ya famoso: Lozoya, Zebadúa y Rosario, están por lanzar una serie de acusaciones que agravarán todo lo que ocurra en el campo político.
Tensiones y detenciones estarán al orden del día.
Por cierto, el fallecimiento de Diego Armando Maradona resultó algo fuera de serie. El jugador que tuvo amplia relación con México por sus goles contra la selección de Inglaterra, ganar la copa del mundo y dirigir a un equipo en nuestro país desbordó cualquier número de quienes lo querían ver antes de enterrarlo. Un ídolo que lo mismo fue un admirador del Che Guevara, convivió con Fidel Castro, defendió a Evo Morales y Hugo Chávez y a su manera, se enfrentó al Imperio estadounidense. Aunque terminó consumiéndose por las drogas.
Casi al mismo tiempo murieron dos mexicanos famosos: la bellísima actriz y cantante Flor Silvestre y el fundador de las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles.
@jamelendez44