*El revolucionario
Señala el pensador y activista del socialismo ruso, “la revolución corre el riego de engrandar un monstruo político tal como el antiguo imperio chino o el de los Incas, es decir, un despotismo zarista sobre fondo comunista”. (Georgi Plejanov, 1857-1918)
Desde 2013, en este espacio he escrito sobre revolucionarios, reaccionarios y conservadores: “Por lo tanto, estamos ante un nuevo orden mundial, un nuevo orden en el campo económico, en el social y en el político; es un nuevo orden mundial diferente al del siglo XIX y siglo XX; estamos ante una nueva revolución diferente, ante un mundo diferente, ante una sociedad diferente al siglo XIX y el siglo XX; estamos en una revolución de avanzada, que evoluciona y revoluciona la vida de los mexicanos. Los revolucionarios mexicanos ya somos ejemplo a seguir en el mundo”. (2 de septiembre, 2013)
“Los revolucionarios no olvidamos que México está lleno de odios y traiciones. Vendettas simuladas entre los grupos políticos, persecuciones políticas; familiares de funcionarios públicos involucrados en negocios sucios y corruptos, sexenales y transexenales. Hay quienes no pueden evadir ser corruptos, traicioneros, es parte de su naturaleza, son el lado oscuro del sistema político.
El asunto es grave, porque los pillos saben que seguirán en el poder. No conocen el amor, ni la honestidad.
Los revolucionarios no olvidamos que existen fuerzas políticas ocultas que quieren que vuelva el México autoritario, que se privilegie el conflicto porque viven del conflicto permanente. Que corra sangre mexicana. Los revolucionarios no olvidamos.
La conciencia del pueblo revolucionario es superior al de los conservadores; el revolucionario es un ser concreto, lleno de vida, no es un ser egoísta. Transforma al hombre en objeto y sujeto.
Ya es el momento de fortalecer la cruzada contra la corrupción, contra la simulación, las componendas y las transacciones entre grupúsculos, camarillas y hasta pandillas controladas por auténticas mafias y gánsteres de la izquierda reaccionaria y la derecha reaccionaria que se encuentran en la Administración Pública Federal y Administración Pública local. Se roban el dinero y se van a vivir al extranjero.
Los revolucionarios somos combativos y tenemos discurso, futuro y argumentos para dar la batalla y derrotar a los líderes e intelectuales reaccionarios. Los revolucionarios no tenemos miedo, no somos parásitos sociales. Los revolucionarios al exigir una mejor educación estamos en contra de los reaccionarios corruptos que con discursos reiterado en la plaza pública, llenos de datos sin comprobar y conceptos ya conocidos aburren sus planes de acción simulados”. (4 de noviembre, 2013).
“Los reaccionarios solo son mercaderes, brincan como chapulines de un partido a otro, buscan el pago de sus actos, venden sus acciones, son los judas del pueblo mexicano sacrificado; son la personificación de la corrupción”. (5 de agosto, 2013).
“La izquierda reaccionaria al tratar de espantar a los inversionistas y que no inviertan en México han fracasado, porque los países del mundo observan que no somos un pueblo violento, somos revolucionarios, pero no somos violentos; la inmensa mayoría de mexicanos somos gente trabajadora y creativa, de aquí que ocupemos el séptimo lugar como un país atractivo para invertir.
Observamos que personajes de la izquierda reaccionaria, funcionarios públicos federales y locales corruptos, además líderes políticos conservadores, solo velan por sus intereses particulares y no respetan la Constitución ni los principios revolucionarios”. (7 de octubre, 2013).
“Ya el polaco-alemán Ferdinand Lasalle (1825-1864), abogado, político socialista y amigo de Carlos Marx, por el que fue uno de los fundadores de la Asociación General de los trabajadores Alemanes y del Partido Obrero Socialista de Alemania, señala que la Constitución es una relación de fuerzas que existe en cada país, la relación de fuerzas entre los reaccionarios y los revolucionarios, por lo que la Constitución al ser la expresión de éstas fuerzas políticas puede ser una Constitución reaccionaria o una Constitución revolucionaria.
Si el pueblo de México es revolucionario y tiene una Constitución reaccionaria, entonces, la Constitución está alejada de la realidad, está divorciada de la realidad, y solo protege a los reaccionarios y no a los revolucionarios, este es el debate permanente: que la Constitución no se aleje de la realidad del pueblo revolucionario”. (12 de agosto, 2013).
“Los intelectuales orgánicos de los reaccionarios de la izquierda radical ofenden la inteligencia de los mexicanos, son mentirosos, intolerantes, repiten hasta el cansancio mentiras que no son verdades, engañan al pueblo. Interpretan a su conveniencia lo que ellos consideran la realidad, solo son intérpretes y desechan el pensamiento científico porque consideran que no construye realidades, solo los intérpretes como ellos construyen realidades, no la realidad del pueblo.
“Estos intérpretes de la realidad, crean doctrinas y confunden, no aceptan cuestionamientos porque consideran al pueblo ignorante, minimizan al pueblo, lo ofenden. Estos intelectuales orgánicos de los reaccionarios consideran que el pueblo no es feliz, porque ellos no son felices, entonces el pueblo no es feliz, viven del pasado y en el pasado”. (19 de agosto, 2013).
Mariano Azuela, escritor mexicano, en relación a la Nueva Burguesía señala en 1941: “Los gobiernos revolucionarios han sido consecuentes en algunos puntos consigo mismos: los asesinos, por ejemplo, son tratados con extrema bondad, especialmente si forman parte de la banda privilegiada”, “Que se vista como los pobres y de nada tendrá que quejarse”; por ello, no se castiga porque no hay denuncias, se observan injusticias y no hay castigo.
*Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional Autónoma de México.