*Basura y la Reno III
El manejo de la basura en México se ha caracterizado por fomentar la informalidad en todos sus niveles.
Por ejemplo, es común que la gente de “propinas” a los recolectores de basura.
Eso se volvió común y corriente… Pero no se hace igual en todos los países.
Como parte de ese proceso, se incrementó significativamente el número de los “trabajadores voluntarios”, que no tienen un sueldo, pero que viven de las propinas.
Generó también la “compra y venta” de materiales por toda la ciudad con los negocios de: “Compra Venta de Materiales Industriales”.
Favoreció el pago de “las Fincas” (que son los negocios que establecen cuotas específicas con cada camión recolector para recoger su basura en días específicos) Y muchas otras cosas similares.
Lo interesante de esto, es que la informalidad se ha impuesto sobre todas las normas de regulación. Sobre los procesos de gobierno. Y sobre todas las características en el manejo de la basura.
Pero el manejo de la basura no sólo se transformó en un hábito.
Se transformó también en un gran negocio en el que todos los participantes quedaban muy felices y satisfechos.
En 1977, cuando inicié mi trabajo sobre “La Sociedad de la Basura” en la CDMX, me acerqué con un Capitán, encargado de la Recolección de Basura, en la Delegación Benito Juárez.
El Capitán, de forma muy amable, me tuvo en su oficina como “ayudante” durante dos meses, para explicarme lo que sucedía en esa área de gobierno.
“Todos los viernes, vienen los 42 choferes de la zona”, me dijo el Capitán y me pidió que observara sin hacer preguntas.
Cada chofer tenía una ruta y muchas Fincas de todo tipo (grandes, medianas, pequeñas).
En todas ellas había un negocio informal.
Llegaban los choferes y colocaban un grueso fajo de billetes en el escritorio del Capitán.
“Falta dinero”, decía el Capitán… y los choferes sacaban más dinero.
Así lo hizo con todos los choferes y colocaba el dinero en un enorme cajón de su librero.
Al final del mes, el Capitán tomaba un 10 por ciento de todo ese dinero y el resto lo introducía en una maleta para entregarlo en la Subdelegación de Obras y Servicios.
Y me explicaba: “Así funciona esto y permite que todos sean felices… Imagínate que estás a cargo de un condominio. Tú, como administrador, negocias un pago de recolección con cada departamento. La gente paga. El administrador toma una parte y luego le paga la Finca al chofer… y todos quedan felices.
“Luego vienen los choferes y me pagan a mí. Yo tomo un 10 por ciento y el resto va a la Subdelegación. Y así se hace en todas las otras oficinas: Alumbrado Público, Ambulantaje, Mercados, Obras y Servicios, Seguridad y demás.
“Cada Subdelegado, toma su 10 por ciento de todas las oficinas y el resto lo manda a la oficina del delegado. Ahí el delegado, junta el dinero de todas las Subdelegaciones, toma su 10 por ciento y manda mensualmente el dinero de la Delegación para el Regente.
“El Regente, junta los montos de las 16 Delegaciones, toma su 10 por ciento y envía el resto a Los Pinos, a la oficina del presidente… Por eso esto funciona tan bien… Todos estamos felices”.
Nunca pude comprobar que este mecanismo funcionara tan impecablemente bien como lo había descrito el Capitán.
Pero no sonaba ilógico.
Lo importante de trabajar en una Delegación o en el Gobierno, no eran los sueldos, ni los aguinaldos.
Lo realmente atractivo era tener acceso a esas fuentes ilimitadas de recursos (sin registro) provenientes de la informalidad, que aseguraban un futuro de riqueza para los funcionarios públicos.
Dos meses después, me integré como barrendero, para luego convertirme en trabajador voluntario en un camión y terminar 10 meses después como pepenador en un tiradero… Quería conocer la vida de los trabajadores.
Desconozco como trabajen hoy las oficinas de Limpia y Transportes en las Alcaldías.
¿Serán iguales? ¿En qué cambiaron?
Sería una buena historia descubrirlo.
LOS PEPENADORES
En cuanto a los pepenadores, este grupo es (desde una perspectiva socioeconómica), el grupo con mayores índices de marginalidad.
Con la desaparición de Santa Cruz Meyehualco en 1984 y Santa Fe en 1987 (que dio origen a una de las zonas más modernas de la ciudad), muchos de los pepenadores se mudaron a alcaldías o zonas con bajos niveles de servicios públicos.
Otros, se incorporaron a las Plantas de Selección en Santa Catarina, Bordo de Xochiaca o la Planta de San Juan de Aragón.
Sin embargo, mantienen una relación marginal con el manejo de la basura.
Y a pesar de haber sido considerados dentro de las propuestas privadas y gubernamentales de “Reciclaje Inclusivo” (2018), no será fácil garantizar su integración.
Las estructuras que han dominado el servicio público de recolección y disposición final de desechos tienen su origen en una relación clientelar y corporativa con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ese clientelismo y ese corporativismo, generó la aparición de la informalidad.
¿La 4T podrá cambiar este tipo de dominación?... NPI.
Y SUS GRUPOS
Hoy existen 3 grupos que organizan laboralmente a los pepenadores.
Uno de ellos es la “Asociación de Selectores de Desechos Sólidos de la Metrópoli”, liderada por José Valdés Flores (“El Dientón”), antiguo colaborador de Rafael Gutiérrez Moreno, y que se ubica en la Planta de Selección de San Juan de Aragón.
Otro más es la “Unión de Pepenadores Rafael Gutiérrez Moreno”, cuyo eje se encuentra actualmente en el Tiradero de Santa Catarina y es liderado por Guillermina de la Torre, una de las 39 esposas de Rafael.
El último, es el “Frente Único de Pepenadores”, bajo el liderazgo del señor Pablo Téllez, que se asentó en la Planta de Selección de Bordo de Xochiaca, después de haber sido desalojados del viejo tiradero de Santa Fe.
Esta agrupación es la que ha representado la opción más social de las tres.
Pero falta conocer el final de la historia.
Con la basura se entiende la política mexicana.
LA CUEVA DEL DELFÍN
Hay mucha basura en la política… ¿La 4T logrará un buen reciclaje?
¡Vientos huracanados!, si no me mandan a vivir a La Reno nos veremos por acá el próximo sábado...
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