*¿Cheque o efectivo?
No tengo duda de que las propuestas y sueños para combatir la corrupción expresadas por AMLO (como propuestas y sueños), puedan llegar a concretarse.
Todos esperábamos que consiguieran su objetivo. “Pero del dicho al hecho…”.
Cito un texto periodístico de Luis Rubio: “La paradoja del poder es vieja y conocida: mientras más poder se tiene, menos se cuida su uso y, por lo tanto, mayor el riesgo de que se abuse”, (Reforma, 31/I/2021).
No es la primera vez que en México se intenta “un cambio de régimen”. Ya se hizo en otras ocasiones, específicamente en los años setenta, con Echeverría y López Portillo, con resultados desastrosos, tanto en la economía como en la sociedad.
“La concentración del poder sólo es útil si se sabe a dónde se va y por qué”, nos dice Rubio.
La respuesta es pragmática y muy útil para saber a dónde vamos (con lo que se está haciendo) y por qué vamos en un carril de dudosos resultados.
Pongo el ejemplo de un conocido que tiene una empresa dedicada a producir artículos para escuelas.
Se trata de una empresa grande. Él podía producir cerca de dos mil sillas escolares diariamente. Más escritorios y muchos otros productos necesarios en las escuelas.
Los últimos años (igual que todos sus competidores) trabajaba siempre con facturas. Facturaba todo. Las compras. Las ventas. De forma que existiera un registro contable y confiable para el SAT (Servicio de Administración Tributaria) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Todo caminaba “en orden”. Todo era legal. Había muchos controles.
Se trabajaba (en años anteriores) mediante concursos. Se abrían públicamente para la participación de diversas empresas para encontrar la mejor y más barata.
Eso es lo que se hacía. Y, de alguna forma, funcionaba bien... Al menos eso creíamos.
Pero llegó la 4T con su propuesta de erradicar la corrupción.
Se habló mal de esos concursos. Se habló mal del manejo de dinero. Se habló de corrupción. Y, sin avisar, se suspendieron.
El gobierno de la 4T (para eliminar a los intermediarios abusivos), entregó el dinero directamente a las escuelas, a los padres de familia. Así ellos buscaron los mejores precios y compraron directamente lo que necesitaban.
Así se hizo. Los padres de familia de miles de escuelas recibieron los recursos públicos en efectivo… Tuvieron el dinero para hacer sus compras.
Desde luego, no existen cientos de empresas que trabajen muebles escolares. Muchos de esos padres de familia (con el efectivo en sus manos) llegaron a la oficina de nuestro colega para pedir lo que fabricaba siempre.
Pero esta vez (con el dinero en la mano) pidieron “pagar en efectivo”, para no recibir factura, ya que, se dice, no tenían que comprobar el uso de esos recursos.
Y ahí empezaron los nuevos problemas.
La demanda de muebles bajó muchísimo para las empresas. Ya no podían pagar los sueldos de sus empleados. No valía desperdiciar la infraestructura de sus fábricas… Y, por si fuera poco, llegó la pandemia.
Pasó un año en las empresas pensando qué demonios hacer en este momento y con estos nuevos problemas.
Los pagos de sus ventas, en general, eran en efectivo. No había facturas. Y si el SAT registraba algún error en sus declaraciones, entrarían con una auditoría.
Platicando del asunto, me comentó: “Ya decidí: voy a cerrar el negocio. Voy a liquidar a la gente que queda. Voy a vender las máquinas. Voy a vender el terreno… No vale la pena arriesgarse a otra debacle”.
Como él, he visto a muchos otros empresarios. Las cosas están muy complicadas. Y sobrevivir a estas “nuevas formas”, con “nuevas estrategias” para regresar a las “viejas crisis” que conocemos, no es lógico.
Retomo otra frase de Luis Rubio para pensar en las acciones de AMLO: “En una palabra (a AMLO), ¿le importa el futuro o, de manera consciente o no, la única guía es Luis XIV?” (Ibid).
El mundo ya cambió… Pero él cree que es el Estado.
LAS DOLARERAS
Culiacán, Sinaloa, debe tener como un millón de habitantes. Su historia es muy distinta a la de otras regiones del país. Uno de los “culichis” (como les dicen a sus habitantes) que me recibió, me dijo: “Nosotros somos extraterrestres”.
Puede ser cierto, o no. La verdad es que su historia, sus costumbres, sus hábitos, sus dichos, su forma de hablar, sus leyendas negras, su comida, sus pueblos originarios, sus héroes, sus hermosas mujeres y sus formas de percibir a los demás, son dignas de estudio.
Un caso en especial son las mujeres que se ubican en el centro de la ciudad, conocidas como las dolareras.
Son mujeres muy guapas. Dedicadas a comprar y vender dólares. Con precios muy fuera del mercado tradicional de divisas. Y, en algunos casos, también listas para la fiesta… O para agasajar a sus clientes.
Tienen distintos horarios y es muy fácil verlas deambular en ciertas calles ya establecidas con la policía local.
Con la producción de droga en Sinaloa, pensemos en la cantidad de negocios que se generan a su alrededor.
La nueva Ley Banxico, que obliga al Banco Central a convertirse en barredera de dólares dentro de nuestro territorio, puede resultar en un grave problema.
Banco Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, cuenta con más de 23 sucursales en Culiacán. Una de sus mayores coberturas.
Afuera del Banco de México pronto aparecerá un nuevo letrero que diga: "Banco de México... y Lavandería".
¡50 MIL MDP!
La federación gastó 50 mil 822 millones de pesos en 2020… Pero no precisó en qué se gastaron.
¿Dónde están sus principios contables?
¿En dónde quedaron las “viejas reglas” de las obligaciones fiscales?
O, ¿Ya no son importantes nuevamente?... NPI.
La 4T implicaría “profesionalizar” la administración pública.
Otra muy distinta, significa el “inventar” nuevos resultados cuando no es posible comprobarlos.
¿En dónde estamos?... En la 4T.
LA CUEVA DEL DELFÍN
Que rico es tu Curp Curp… Sabroso tu Curp Curp… Si ya logró “meterlo para conseguir la vacuna”, lo felicito… Por el momento: ¡Es imposible!... Ojalá que la vacunación rebase la pandemia… ¿O no?
¡Vientos huracanados!, si no me piden registrar a las dolareras nos veremos por acá el próximo sábado...
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