Además de prohibir a los reporteros de la “fuente” del Senado permanecer en el salón de sesiones, el presidente de la mesa directiva, José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, ordenó otra medida que, según versión que captan nuestros sabuesos informativos, parece que va tras todo lo que huela al ex senador morenista Ricardo Monreal Ávila…
Según esto, desde hace algunos días el legislador petista dio instrucciones que también se suspendiera la entrega de boletos de comida a los 50 periodistas y algunos empleados del área de Conunicación Social, mismos que se repartían dos días a la semana durante los periodos ordinarios de sesiones parlamentarias…
Y que tiene que ver Monreal con todo ello, se preguntará usted, grilloso, avispado y muy inteligente lector, y la respuesta está en que esos boletos eran para consumir solo en uno de los dos restaurantes que la mesa directiva tiene concesionados al interior del Senado de la República…
Bueno, y resuta que, nada más, y nada menos, que don Ricardo, en su calidad de propietario de ese parlamento durante los seis años de las 64 y 65 legislaturas, 2018-2024, manejó a su antojo todo el edificio y su riqueza interna, y a quien cree usted, otra vez avispado lector, que le dio la concesión del restaurante, le atinó, a su yerno…
¿Y qué representó esto para el clan Monreal?, pues que la comida tiene un costo de 200 pesos, lo que multiplicado por 50, el Senado pagaba 10 mil pesos cada día, 20 mil cada semana, 80 mil pesos cada mes…
Esto es solo una pequeña parte de todo lo que huele al anterior propietario del Senado que ahora en esta incipiente 66 legislatura toca administrar al petista José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña…
Y lo que le falta descubrir al nuevo dueño del organismo parlamentario…
La pregunta es si se atreverá…
Pronto se sabrá…