El martes pasado el periódico 24 horas, que circula en la Ciudad de México, publicó a ocho columnas que clanes de la llamada 4-T que tanto presume el presidente Andrés Manuel López Obrador, le cuestan al pueblo de México 100 millones de pesos al año…
Y documentó que esas familias, entre ellas los Romero Oropeza, Alcalde y Gómez Concheiro, acaparan cargos en secretarías del gobierno federal, hasta direcciones generales y coordinaciones en distintas áreas que incluyen puestos con los sueldos más altos del escalafón…
Otros grupos que se dicen adoradores de la cuarta transformación, han colocado a familiares en gobiernos municipales, cámaras de diputados en estados donde gobiernan, y hasta en el poder judicial y gabinete presidencial…
Esta información se comenta con intensidad en los desayunaderos políticos, donde se coincide en que los morenistas encumbrados y encumbradas en esas minitas de oro sexenal, serían muy inocentes si se dejan llevar por los rezos que tanto pregona López Obrador, cuando su propio hijo aprovecha la coyuntura de influyentismo para vivir a todo lujo, historia harto conocía en eso de la “casa gris”…
Así las cosas, pues ahora es cuando, parecen decir los morenistas del momento con ese acaparamiento de plazas…
¿O no?...
¡Ah!, pero don Andrés no se cansa de desgañitarse en sus mañaneras que no son iguales…