"No hay que estigmatizar pueblos", expresó textualmente el presidente Andrés Manuel López Obrador el jueves pasado, cuando alguien le preguntó si no le daba miedo viajar a Badiraguato, Sinaloa, lugar exacto donde nació el tristemente célebre y mundialmente famoso Joaquín Loera Guzmán, mejor conocido como “el chapo”…
A esto, el jefe del Ejecutivo pidió a los reporteros no criticar las poblaciones que vieron nacer a delincuentes, pero sin que mediara pregunta alguna, mencionó a otra población del Estado de México, también muy famosa, pero no por ser cuna de narcos, sino de políticos: Atlacomulco… Y ya se imaginará usted, grilloso lector, la andanada de comentarios que desató esta comparación en el mundillo político… Así se llevan, ¿verdad don Andrés?...