Aunque todavía no lo hace evidente en sus mañaneras, el presidente Andrés Manuel López Obrador paulatinamente almacena en su pecho sentimientos que lo están llevando a sufrir peligroso estado de ánimo…
De acuerdo con las señales que captan nuestros sabuesos informativos, al inquilino de Palacio Nacional le están preocupando dos cosas que le quitan el sueño, según comentarios que se escuchan en los pasillos de la sede presidencial…
Uno, y quizá principal preocupación, es el hallazgo de miles de piezas arqueológicas en diversos tramos del Tren Maya, lo que podría llevar a la suspensión, en parte o definitiva, de esa obra que tanto abraza don Andrés…
Y dos, son las cada vez más encuestas que considera serias, pero que lo están reprobando en su gestión como presidente de la República, pero, sobre todo, porque en las mismas se está percibiendo un claro rechazo a los candidatos de su partido, Morena, rumbo a las estratégicas elecciones del Estado de México, como preámbulo del proceso electoral del 2024, cuando se definirá si el pueblo quiere que siga la mal llamada 4-T o si prefiere regresar al tradicional más vale malo por conocido, que deficiente por conocer…
Vaya que hay motivos para que el mandatario sufra de emociones fuertes y lo que falta por ocurrir en solo año y medio que le reste de gestión sexenal…
¿O no?