Los expresidentes de México que se reparten casi 20 millones de pesos anualmente para el pago por sus servicios prestados a la nación, ya no gozarán de esta prestación, porque no es obligatoria y solo recibirán lo que establece la ley del ISSSTE que fija pensiones a los burócratas…
Esta cantidad, sumada a los casi 15 millones de pesos que se paga en Los Pinos a trabajadores civiles asignados para ayudar en lo que necesiten los mismos expresidentes, será lo que se ahorre el gobierno federal cada año por este concepto… Por lo que toca a los militares que también están comisionados para asistir a los expresidentes, que son poco más de 300, tendrán que retornar a sus cuarteles con el sueldo correspondiente… Y esto es a chaleco, porque el señor López Obrador lo prometió y el pueblo está presuroso en escuchar el anuncio oficial para tronar en aplausos… Ni hablar, señores del otrora poder, a disfrutar solo de la fortuna que amasaron durante su sexenio…