A mí no me importa el dinero, nunca me ha importado el dinero, no traigo cartera, mi mujer es la que administra mi ingreso, no me interesa lo material, no me interesa, nunca he tenido una cuenta de cheque, no sé llenar un cheque, no sé manejar una tarjeta de crédito, nada de eso.
“También, siempre he sostenido que no todo el que tiene es malvado, que hay quienes con esfuerzo, con trabajo, de conformidad con la ley logran un patrimonio y merecen respeto, pero yo tengo como parte de mi formación el no encariñarme con el dinero y con lo material.
“Y cada vez que puedo, a quienes quiero mucho, a los más cercanos, a todos, les aconsejo que no caigan en esa tentación de pensar que la felicidad es lo material, que la felicidad viene con el dinero, no. A veces eso produce una felicidad efímera, transitoria, para que se caiga en situaciones de infelicidad.
“Siempre digo que sólo siendo buenos podemos ser felices. Y la felicidad no son los bienes materiales y no es el dinero, que trastorna, enloquece, produce avaricia, deshumaniza. Tampoco es la fama y los títulos, ni los nobiliarios ni los académicos; la verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra consciencia, estar bien con el prójimo, esa es la verdadera felicidad”.
01/03/2022