El general de brigada Ricardo Vallejo Suárez, director de la Escuela Militar de Ingenieros, explicó el viernes pasado, durante la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, el inicio, las etapas, los tiempos y multimillonarios costos de lo que será el nuevo aeropuerto de la “cuarta transformación”.
Así lo dio a conocer: “Por mandato presidencial, la Secretaría de la Defensa Nacional a través del cuerpo de ingenieros del Ejército proyectará y construirá el nuevo Aeropuerto Internacional ‘General Felipe Ángeles’ en convivencia operacional y en el interior de la base aérea militar N° 1 en Santa Lucía, Estado de México.
“Se trata sin duda alguna de un valioso activo estratégico del Estado mexicano. Será el aeropuerto que funcionará de manera continua las 24 horas con capacidad internacional y estará dotado de los más modernos sistemas de navegación con altos estándares de seguridad, con nuevos procedimientos, como es el caso de esta navegación PBN, que es una navegación basada en la performancia de los aviones, donde además de la orientación satelital se sigue utilizando las facilidades que hay en tierra para la aproximación de las aeronaves.
“Será también un complejo aeroportuario emblemático, será funcional, económico y sostenible, donde convivan el aeropuerto internacional con la Base Aérea Militar N° 1.
“Es necesario referir que esta planeación será escalable para satisfacer la demanda actual y futura de pasajeros en los próximos 50 años, de manera efectiva y rentable.
“La fecha de conclusión estimada será en junio del 2021 y para ello tenemos un presupuesto de 68 mil millones de pesos más IVA, considerando la interconexión con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“En síntesis, este aeropuerto internacional tendrá un desarrollo inicial que será alcanzado en junio del 2021, pero su máximo potencial, su potencial de desarrollo será a 50 años.
“Tendrá tres pistas de aterrizaje, una clave de referencia de aeronaves 4E o 4F.
“Tendrá sistemas de aproximación y el S categoría 3E son los más precisos para que las aeronaves realicen sus operaciones de aterrizaje y despegue en bajas condiciones de visibilidad con seguridad.
“Tendrá terminales de pasajeros con capacidad para mover, inicialmente, 20 millones de pasajeros, pero con capacidad escalable para llegar a 80 millones de pasajeros.
“Tendrá una terminal de combustible que iniciará con una capacidad de 25 millones de litros de turbosina y gas avión para llegar hasta 75 millones de litros.
“Tendrá servicios de extinción de incendios y de salvamento.
Contará, inicialmente, con 30 posiciones de contacto, hasta desarrollar 60 o más posiciones de contacto.
“Tendrá también posiciones remotas para facilitar el arribo de las aerolíneas de bajo costo, iniciando con 12 posiciones y estimando cerrar en más de 20 posiciones en su desarrollo final.
“Tendrá su torre de control, un edificio de estacionamientos con capacidad inicial de cuatro mil vehículos, pero que también será escalable hasta seis mil vehículos.
“También tendrá una estación intermodal de pasajeros, para que dentro de la planeación que se está llevando con las demás dependencias del Ejecutivo Federal puedan arribar el tren ligero, autobuses de pasajeros y demás sistemas de transporte colectivo.
“Tendrá una operación aérea anual de 190 mil operaciones aéreas anuales y estimamos que cerrará en 750 mil operaciones.
“Hablamos también de que el proyecto incluye una interconexión vial de 46 kilómetros, que se recorrerán en 35 minutos para el tránsito de pasajeros en vuelos de interconexión y, por qué no, también para el uso compartido de las instalaciones de ambos aeropuertos.
“El costo estimado de esta interconexión ronda en los 10 mil millones de pesos y será ejecutado por el cuerpo de ingenieros en dos años y medio.
“Quiero hacer mención, bajo las directivas puntuales del señor presidente de la República, nos definió cuáles son los criterios de diseño que deben de gobernar esta obra y en las cuales basaremos nuestro diseño y nuestra construcción.
“Será un aeropuerto austero en su diseño, donde se elimina lo que no es esencial, donde habrá lugar a un trazo basado en conceptos lógicos y racionales, donde convivan el aeropuerto internacional y la base aérea militar.
“Será eficiente y funcional en su organización y circulación, y los flujos óptimos tanto de pasajeros, carga, aeronaves y vehículos.
“Será sustentable y positivo, que reduzca los consumos energéticos para alinearnos a la voluntad del país de transitar hacia el consumo de energías más limpias, reduciendo emisiones, generación de desechos, economizando el agua, el uso irracional de recursos en su construcción.
“Será fácil de construir por el tiempo que tenemos. Es una propuesta arquitectónica con base en la sesión de materiales mexicanos que representa a un país por su ingenio constructivo.
“Será urbano y contextual, un complejo aeroportuario acorde con su entorno, respetuoso de su entorno, que respete la arquitectura existente como es el caso de la hacienda de Santa Lucía, que es un edificio histórico que se encuentra en esta instalación militar.
“Será flexible y modular. Por el presupuesto asignado que tenemos y el tiempo establecido para ejecutarlo, nos obligan a un diseño de construcción eficiente y responsable en el uso de sistemas prefabricados y modulares para garantizar calidad y ejecución, adaptándonos al futuro crecimiento que demanda también el crecimiento de la demanda aeroportuaria.
“Será inclusivo y seguro. El Aeropuerto Internacional de Santa Lucía será un edificio para todos, debe ser transparente, democrático, abierto, conectado, intuitivo y sencillo donde confluya toda nuestra diversidad cultural.
“Debe ser sobre todo una instalación emblemática, por ser la creación de un equipo multidisciplinario porque en esta situación, la Secretaría de la Defensa Nacional marcha acompañada con el asesoramiento técnico de las dependencias involucradas en este proyecto, por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la Dirección General de Aeronáutica Civil, el Servicio Aéreo para Navegación, Aeropuertos y Servicios Auxiliares; y también por la Secretaría de Hacienda, por la Secretaría de la Función Pública, por Semarnat y Sedatu.
“Este proyecto está formado por mexicanos comprometidos con la misión de dotar a México de un sistema aeroportuario escalable, que satisfaga la creciente demanda y que a la vez sea un ejemplo de arquitectura funcional, donde este valioso activo estratégico del Estado mexicano sea también, por qué no, un portal digno y decoroso de entrada a nuestro país”.