Y senadora del PES alimentó lo negativo
Este miércoles el Senado de la República entregó la medalla “Belisario Domínguez” a la escritora y periodista Elena Poniatowska Amor, evento que, a querer o no, se tornó deslucido por los berrinches del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde tres días antes anunció que no asistiría por temor a que lo insultaran sus adversarios.
La galardonada, de origen francés, llegó a México a los 10 años de edad, con sus padres, y años después descubrió su auténtica vocación cultural.
Paulatinamente afloraron sus simpatías por los sistemas de política social a favor de los más pobres y en esa línea no tardó en encontrar coincidencias con el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien ha acompañado en sus cotidianas luchas políticas.
Por ello la afamada mujer, de 90 años de edad, no pudo disimular su desconcierto por la ausencia de su amigo tabasqueño en tan trascendente ceremonia en su honor y así lo dijo cuando le tocó el turno de hacer uso de la palabra en la tribuna de la antigua sede del órgano parlamentario.
“Estoy triste por no estar acompañada del presidente Andrés Manuel López Obrador”, palabras que soltó doña Elena con evidente tristeza, pues ni el presidente de la República, ni la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández asistieron a la entrega de la medalla “Belisario Domínguez”.
El presidente de la República envió al secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández en su representación y la titular de la Corte estuvo representada por el ministro Alberto Pérez Dayán.
Si a esto se le suma la imprudencia de la senadora veracruzana Sasil de León Villard, del desaparecido Partido Encuentro Social, quien en su calidad de presidenta de la Comisión que analiza y otorga la medalla hizo escandalosa referencia al tema de la Guarda Nacional como parte del contenido del discurso oficial sobre el premio y la ganadora, pues se concluye que este tradicional evento anual pasa a la historia como uno de los más deslucidos de la historia.
Y en protesta por romper el protocolo de la sesión solemne donde se entregó la medalla, los senadores priístas abandonaron la sesión, hecho que nunca había ocurrido, pues consideraron que en la ceremonia, se violentó la solemnidad de la sesión cuando aparecieron manifestaciones partidistas y fuera de lugar.
Explicaron que al haber sido expresadas en la tribuna, denostando y atacando a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró inconstitucional el traslado de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, refleja el estado de cosas negativas en el Congreso.
Aclararon que fue una falta de respeto para la galardonada, Elena Poniatowska, para los legisladores, los invitados, y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.