Tremendo y justificado descontento social generó el anuncio del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador la semana pasada, a través del subsecretario Hugo López-Gatel, Ramírez, sobre la desaparición de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) en materia de Prevención y Promoción de la Salud.
Como se sabe, este mecanismo, reconocido a nivel mundial, son regulaciones técnicas de observancia obligatoria expedidas por las dependencias competentes, que tienen como finalidad establecer las características que deben reunir los procesos o servicios cuando estos puedan constituir un riesgo para la seguridad de las personas o dañar la salud humana; así como aquellas relativas a terminología y las que se refieran a su cumplimiento y aplicación.
Bueno, pues esto se elimina con ese anuncio y asoma otra andanada social a través de sus representantes populares en el Congreso federal.
Es el caso de la senadora priísta Claudia Ruíz Massieu, quien salió para advertir que la entierro de la NOM en materia de salud representa un golpe más contra las mujeres con cáncer, además de que no sólo quitan las quimioterapias, ahora eliminan, sin explicación, las normas que garantizan el diagnóstico y el tratamiento adecuado y dejan sin
medicamentos a los niños con cáncer y ahora van por las mujeres. “No lo vamos a permitir”.
Casi al mismo tiempo salió el senador panista Julen Rementería del Puerto para acusar que el Gobierno que se autodenominó el más feminista de la historia, primero eliminó las quimioterapias y ahora arrancó de tajo las NOM que garantizaban el diagnóstico y el tratamiento adecuado del cáncer de mama y cervicouterino.
Es, pues, un asunto que desatará tremenda discusión política, pero, sobre todo, sembrará tristeza entre los grupos de la sociedad que tienen familiares que sufren ese tipo de enfermedades.
03/06/2023