En México el incremento de los suicidios debe atenderse con inmediatez, incluso considerarse como un problema de salud pública, coincidieron el diputado del grupo parlamentario de MORENA, Norberto Nazario Sánchez, psicoanalistas, pedagogos, abogados y psicoterapeutas.
Durante el foro: Análisis sobre el suicidio como problema de Salud Pública, el legislador alertó que según cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), de 2010 a 2017 se registraron 48 mil suicidios, y que ocho de cada 10 fueron ejecutados por hombres.
Estas cifras muestran que la tasa de mortalidad por esta causa se duplicó en 25 años al pasar de 2.4 por cada 100 mil habitantes en 1990 a 5.4 por cada 100 mil habitantes en 2015.
“En el país el suicidio es la segunda causa de muerte entre adolescentes de entre 15 y 19 años de edad y la quinta causa para niños entre 10 y 14 años de edad”, alertó el diputado.
Norberto Sánchez precisó que en la Cámara de Diputados se analiza una iniciativa para expedir la Ley General de Prevención, Atención y Posvención del Suicidio, y que en el Congreso de la Ciudad de México estará atento para que de aprobarse la propuesta, en el Poder Legislativo local se impulse una ley local en la metería para igualar criterios y multiplicar esfuerzos.
En tanto el Doctor en Derecho, Raúl Leonardo Ruiz González, afirmó que 90 por ciento de las personas con tendencias suicidas siempre avisan de sus intenciones, sin embargo, el problema es que la mayoría de sus familiares o amigos no saben escuchar o no quieren atender esas señales que deben ser consideradas como focos rojos; entre ellas, el aislamiento, la pérdida de autoestima, la imposibilidad de acatar las normas sociales, improductividad o el rechazo social.
Agregó que entre las mil 800 leyes que existen a nivel nacional y estatal la mayoría son correctivas y las pocas preventivas no explican cómo evitar alguna conducta o situación, por ello, la necesidad de impulsar una normatividad que detalle los orígenes multifactoriales del suicidio para prevenirlo.
Al hacer mención del alto índice de suicidios en niños y adolescentes, precisó que aunque tiene orígenes multifactoriales, el impacto que generan los dispositivos móviles puede ser destructivo. “Vemos el suicidio como un tabú, no olvidemos que es un problema de tipo social, la salud mental es in problema de salud pública que necesita mantenimiento permanente”, indicó.
Por su parte, el Doctor Luis Felipe Morales Torres, hizo un llamado a la sociedad para dejar de “romantizar” el tema del suicidio como una escena telenovelesca y precisó que cualquiera de las opciones que una persona adopte para atentar contra su vida le causará dolores físicos intensos que en ocasiones les puede llevar a un deceso de horas más tarde o semanas después.
Resaltó la necesidad de que el Estado atienda los problemas de salud mental a través de la prevención para lograr mejorar los entornos sociales.
Magdalena Juárez, médico y psicoanalista, expuso la relación que existe entre la familia y el suicidio, ya que este núcleo se tiende a negar la problemática en muchas ocasiones a pesar de ser una clave de prevención.
“La familia tiene un espacio, un tiempo y una estructura. Siempre habrá muertes, no obstante, al morir un miembro por un suicidio las reacciones son diferentes. De hecho, existen 26 posibilidades de tipos de suicidios que se clasifican por motivo, método, elementos sociales, planeación, resultado e implicados”, detalló.
Recomendó que las familias busquen orientación y prevenir a través de terapias, “porque no podrá por uno mismo reparar lo que dejó la persona que se suicidó”.
Finalmente, Jesús Enrique Romero Juárez, pedagogo y sicoterapeuta, expuso sobre la sicología del suicida, en donde la persona en realidad no quiere morir, mas bien terminar con un sufrimiento que no puede controlar.
“Estar en la mente de un suicida es imposible porque son deducciones. Se experimenta un sufrimiento que no se puede manejar, pero el suicida tiene conocimiento de su propósito y solamente podemos conocer de su sentir a través de las cartas suicidas”, dijo el especialista.
“Hay más hombres que mujeres que se quitan la vida y la razón es porque las mujeres sí saben pedir ayuda, a diferencia de los varones que no saben reaccionar ante problemas económicos o sentimentales”, concluyó.