Toda su vida, Gabina López se ha dedicado a diseñar, coser y combinar colores para crear prendas bordadas con dibujos típicos de las comunidades indígenas, su sueño es convertirse en una diseñadora de modas y que más personas conozcan sus raíces por medio de su trabajo.
La emprendedora es originaria de Guerrero, perteneciente a la Comunidad Amuzgo, hace más de 20 años junto con su familia llegaron a la Ciudad de México buscando un mejor porvenir.
El año pasado, relató que su hija Adriana la animó a participar en la convocatoria que hace la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC) anualmente para ser beneficiaria del Programa de Equidad para la Mujer Rural, Indígena, Huésped y Migrantes y de esta manera poner en forma su propio taller de confección.
“Antes solo lograba terminar cuatro prendas a la semana, ahora hago lo mismo, pero en un día, ya tengo tres máquinas de coser en vez de una, más telas, un maniquí, mi hija me ayuda con la parte administrativa, además de otra compañera que también cose y diseña conmigo”, afirmó.
El director general de Equidad para los Pueblos y Comunidades, José Eduardo Munguía, explicó que este programa busca apoyar a mujeres de comunidades y pueblos indígenas en la CDMX, que realicen alguna actividad económica o si ya la tienen, fortalecerla con maquinaria para que puedan iniciar un negocio a pequeña escala.
“De esta manera logramos generar un empoderamiento en ellas, se vuelven independientes, con ganancias netas por la elaboración de sus productos”, dijo.
Abundó que “todo el tiempo vamos de la mano con ellas, se les da capacitación de manera individual en cuestiones administrativas, un modelo de negocio acorde a sus necesidades, y terminamos hasta que inicia el proceso de producción”.
Para Gabina, el obstáculo más duro que tuvo que pasar fue aprender a hablar, leer y escribir español, ya que cuando llegó a la ciudad solo sabía comunicarse en su idioma original; de acuerdo con la Encuesta Intercensal del 2015 del INEGI, en la capital del país se hablan 55 lenguas de las 68 que existen en el país.
“Estudie tres años corte y confección, además otros cursos en color de telas y mi mayor sueño es estudiar diseño de modas, yo creo que todas las mujeres pueden lograr sus metas, solo es cuestión de que se preparen”, resaltó.
Actualmente con la asesoría de la dependencia, puede vender y comercializar sus productos en diferentes ferias en la CDMX y en otras entidades del país, en donde no solo los turistas nacionales sino también los extranjeros quedan asombrados por sus diseños, en los cuales resaltan la estética de las comunidades indígenas.
De acuerdo con datos de la SEDEREC, este año el programa logró apoyar a 147 mujeres organizadas en 49 grupos de trabajo para la instalación de actividades productivas y 33 mujeres ya instaladas para la consolidación de sus actividades.
Entre los giros apoyados resaltan talleres artesanales, costura, serigrafía, herrería, carpintería, cocinas económicas, panaderías, peletería, cafeterías y salones de belleza. Mientras que la mayor población pertenece a los pueblos originarios de Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Magdalena Contreras, así como de las comunidades indígenas náhuatl, triqui, mixe, otomí, mazahua, mixteco y mazateco.