Con el primer texto constitucional de la ciudad logramos el reconocimiento de la paridad de género y un amplio catálogo de derechos humanos; “logramos ser la ciudad que siempre va adelante en los cambios”.
Durante la sesión solemne para recordar el aniversario 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y el segundo aniversario de la promulgación de la Carta Magna local, el diputado de la Asamblea Constituyente, maestro Bernardo Bátiz Vázquez sostuvo que la Constitución local es resultado de una larga lucha de partidos políticos, de grupos sociales, de ciudadanos, de intelectuales y universitarios, y 102 años de una Constitución fundamental no sólo para México sino para el mundo.
En la sesión realizada en la sede del Congreso de la Ciudad de México, el jurista mexicano destacó que si bien ambos textos poseen valor histórico, jurídico y político, es importante recordar que “pertenecen a un mundo que no es el mundo real, no es el mundo del ser, es el mundo del deber ser. Las leyes no son realidades, ni como una varita mágica convierten a la realidad en algo mejor o algo peor. Eso requiere un proceso y estamos en ese proceso, en un momento crucial, en que el futuro de este país está en juego”.
“Tenemos que celebrar con los pies en la tierra. Las constituciones dicen cómo deben ser las cosas; nosotros, en nuestra vida diaria, política y como ciudadanos, somos los que hacemos realidad esas leyes”, señaló Bernardo Bátiz ante el Pleno del Congreso local.
El diputado aseguró que la Constitución de la Ciudad de México rescata valores olvidados: el humanismo, la solidaridad, la cooperación. Su texto incorpora los principios de solidaridad humana, de apoyo a los más débiles, de reconocimiento a los sectores de la población que requieren el apoyo de otros, que requieren el reconocimiento de la colectividad; “son los valores de la solidaridad, de la fraternidad, de la cooperación, no es el enfrentamiento, el choque, la lucha de clases, la libre de competencia, que acaba muchas veces en enfrentamientos violentos; es el humanismo, el valor de la solidaridad y la cooperación”.
Al mencionar los aciertos de la Constitución Política de 1917, detalló que además de retomar principios de la Carta Magna de 1857, se agregó un elemento que no había sido considerado en ninguna constitución del mundo: los derechos sociales.
De entre ellos, destacó el establecimiento de la educación laica y gratuita en el artículo 3 constitucional, el cual calificó como una declaración de principios de la nueva estructura del Estado Mexicano, así como el reconocimiento de ejidos, cooperativas, sindicatos y diversas formas de organización social, como piezas fundamentales en la economía del país.
Al referirse a la Constitución de la Ciudad de México, el jurista sostuvo que la promulgación de este documento significó un quiebre histórico en la capital del país, ya que “incorporó derechos que no eran reconocidos ni aceptados en otros regímenes constitucionales. Fue un soplo de aire fresco, un acto político de la capital, que siempre va adelante, hacia los cambios. Fuimos una avanzadilla que señaló el camino por donde después iba a transitar todo el país”.
“Logramos el reconocimiento pleno de la paridad de género, una afinación del poder judicial, la Sala de Control Constitucional, un amplio catálogo de derechos humanos, la progresividad de los mismos. Logramos la no privatización del agua, que fue el más duro de los debates, pero que hoy en día es un derecho humano para todos los habitantes de la capital”, indicó el asambleísta.
Destacó la participación de los pueblos originarios en el establecimiento de los derechos colectivos. Y ese, dijo, fue un ejemplo para otras entidades, para que reconocieran “a los pueblos que por siglos fueron postergados y puestos a un lado”.
Enlistó otros derechos de avanzada en la Constitución, como los de las mujeres, los niños, los adultos mayores. “Tenemos que reconocer a la Constitución de la Ciudad como precursora; los derechos de las colectividades serán sin duda el modelo para cambios constitucionales en entidades federales. Esperamos que se replique pronto en otras entidades”, indicó el legislador constituyente.
Finalmente, aseguró que el Poder Legislativo de la Ciudad de México debe tener siempre entre sus consideraciones cuando discutan y estudien las leyes, que son el contrapeso del Poder Ejecutivo, “el cuerpo representativo de la soberanía del pueblo, el titular directo de la soberanía. Ustedes, legisladores de la capital, deben asumir esta responsabilidad y cumplirla a cabalidad”