Por Violeta Contreras García
(dpl news) Ni Un Repartidor Menos, un colectivo de repartidores a domicilio, rechazó la iniciativa de decreto del gobierno para incluir en el Código Fiscal de la Ciudad de México un nuevo impuesto a las plataformas digitales.
A través de su cuenta de Twitter, el grupo advirtió que el impuesto de 2 por ciento sobre el valor de cada viaje afectará principalmente a los repartidores y usuarios de las aplicaciones tecnológicas.
En la propuesta del Código Fiscal 2022, que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, envió al Congreso, se plantea adicionar el artículo 307 TER para gravar los servicios de las plataformas de reparto, por el aprovechamiento de la infraestructura pública como los componentes de la vialidad y la movilidad urbana.
“Desde el colectivo Ni Un Repartidor Menos estamos decepcionados por la medida, pues implica que quienes nos dedicamos a esta labor, que tan importante fue en el confinamiento y para la reactivación económica, veamos nuestros ingresos disminuidos”.
“Adicionalmente, los usuarios que utilizan este tipo de herramientas se verán afectados al tener un servicio más caro”, señaló el colectivo.
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En ese sentido, el grupo de repartidores pidió al gobierno de Claudia Sheinbaum reflexionar sobre las implicaciones de gravar a este sector importante para la recuperación económica, dado que la crisis por la Covid-19 todavía no ha terminado.
También recordó que los repartidores y conductores de las plataformas ya pagan impuestos (IVA e ISR), y a pesar de sus contribuciones fiscales continúan padeciendo el mal estado de la infraestructura urbana.
Sin embargo, Claudia Sheinbaum comentó en conferencia que el impuesto incluido en el Código Fiscal se aplicará a las plataformas y no se trasladará a los repartidores ni a los usuarios.
La jefa de Gobierno mencionó que ya existe un fideicomiso (Fondo Público de Movilidad y Seguridad Vial) para recaudar ingresos que pueden ser usados para mejorar la infraestructura del transporte público, por lo que la idea es replicar dicho modelo.
En este caso, el impuesto es de 1.5 por ciento por cada viaje, por lo que la propuesta fiscal sí representa un incremento, además de que se extendería el gravamen no sólo a las aplicaciones de transporte compartido, sino también a otras plataformas de entrega de comida, paquetería, víveres o cualquier tipo de mercancía, por ejemplo, Rappi, Uber Eats, DiDi Food, Amazon y Mercado Libre.