La tarde de este lunes, en las inmediaciones del centro comercial Parque Lindavista, un sujeto perteneciente a la delincuencia organizada atacó con alevosía a mi hija, pero gracias a su fuerza, valentía y coraje, y a un verdadero ángel hecho mujer que la ayudó, ella frustró el secuestro del que iba a ser víctima.
Esa banda delincuencial opera en la zona desde hace tiempo y mantiene azolada a la comunidad.
Hagamos algo como sociedad para detener estas situaciones, porque las autoridades, especialmente en esta alcaldía, Gustavo A. Madero, están absolutamente rebasadas.
Al ángel que protegió a mi niña, desearía darle las gracias personalmente.
Ruego que así pueda ser, si no lo logro, que Dios la bendiga por siempre.
A los delincuentes, solo decirles que no les durará mucho tiempo su actividad criminal. Lo aseguro. Comienzo ya la revisión de los vídeos de seguridad correspondientes.
Gracias a quienes estuvieron cerca de mi hija y mi familia en estas horas tan difíciles.