El Acuerdo Global entre México y la Unión Europea (UE) es el más amplio, moderno y liberal “que podemos tener”; es una oportunidad para ampliar el comercio entre ambas partes, afirmó en la UNAM el embajador de la UE en México, Klaus Rudischhauser.
Al dictar la conferencia magistral “El estado actual que guarda la modernización del TLCUEM”, el diplomático remarcó que se trata del acuerdo más completo y ambicioso que la UE tiene con un país, porque además incluye principios democráticos, derechos y libertades fundamentales, así como el compromiso con el desarrollo sustentable.
Invitado por la Facultad de Economía, dijo que este acuerdo comercial es la mejor prueba de “la importancia que damos a nuestras relaciones diplomáticas con México, en tiempos en los que hay preguntas sobre los blindajes del comercio libre”.
Creemos en el comercio libre basado en reglas; el hecho de que exista un acuerdo con México es señal importante para el mundo en términos de política internacional, de nuestra búsqueda por proteger el comercio libre y el respeto hacia las reglas del sistema multilateral, abundó Klaus Rudischhauser.
En el auditorio Ho Chi-Minh, recordó que desde el año 2000 la UE es el tercer socio comercial y segundo inversionista en México, “un poco detrás de Estados Unidos; 40 por ciento de la inversión extranjera en México es europea”.
En 2017 las exportaciones de la UE hacia México fueron de 38 mil millones de euros en bienes y de cinco mil millones de euros en servicios, “los cuales desde hace 20 años han sido liberalizados”.
Los flujos anuales son de 13 mil millones de euros de inversión europea en México, y hay un promedio de 28 mil empresas de capital europeo en este país que contribuyen al empleo.
En ese contexto, resaltó la necesidad de un nuevo acuerdo comercial, a pesar del éxito del actual en términos de crecimiento de inversiones, flujos comerciales y de intercambio comercial, el cual se incrementó en 150 por ciento, pues es necesario incluir nuevos sectores como el agropecuario y alimentario, y lo más importante, promover nuestra filosofía de un comercio justo basado en reglas, como el respeto a los derechos laborales, al medio ambiente, salarios adecuados y reducción de las desigualdades a nivel mundial.
“Queremos ver nuestras política extranjera reflejada en acuerdos comerciales”.
Asimismo, destacó que la modernización de este acuerdo incluye aspectos nuevos como el comercio digital, que beneficiará a las pequeñas empresas, las cuales pueden participar en el comercio internacional.
Algo novedoso y único es la lucha contra la corrupción. “Esta cooperación es la primera en el mundo que cuenta con un capítulo destinado a ello, vamos a trabajar con las autoridades de diferentes niveles de ambos lados para combatirla; este proceso inició desde antes de la conclusión del acuerdo. Es ejemplo de cómo un acuerdo comercial puede ser una herramienta interesante para otros objetivos políticos”.
Por último, indicó que las negociaciones están por concluir y el acuerdo podría ser ratificado por el Senado mexicano y el Parlamento Europeo al finalizar 2019, por lo que en 2020 el tratado, en la parte comercial, entraría en vigor y las empresas mexicanas y europeas estarían en posibilidad de aprovecharlo el año próximo. “Es una gran oportunidad para que México diversifique su comercio”.
En la conferencia estuvieron Lars Pernice, académico de la FES Aragón; Santiaga Ánima, coordinadora del Centro de Estudios Económicos de la UE-México, de la Facultad de Economía, y Alejandro Álvarez, también de la FE.