Por Mayara Figueiredo
(dpl news) El Proyecto de Ley 2.338/2023, de Inteligencia Artificial, fue finalmente aprobado la noche de este martes 10 de diciembre en el Pleno del Senado Federal de Brasil, mediante una votación simbólica —no nominal— y en régimen de urgencia, bajo críticas. El texto, que establece garantías y protección de los derechos de autor y clasifica niveles de riesgo para sectores como trabajo, seguridad, salud y otros, es un sustituto del relator Eduardo Gomes (PL-TO) y ahora pasa a la Cámara de Diputados para su tramitación.
La votación, prevista para las 14:00 horas, inició a las 19:00 y no permitió discusiones adicionales. Se rechazaron varias de las 200 enmiendas propuestas, ya sea por redundancia con puntos del texto o por considerarse excesivamente restrictivas, como la enmienda 230, que buscaba eliminar todo el capítulo 2, el cual aborda los derechos de las personas afectadas por sistemas de Inteligencia Artificial. Una de las preocupaciones era el uso indebido de datos de niños, por ejemplo.
“Mi postura es que el estímulo a la innovación debe ir de la mano con la protección de los derechos de la población, especialmente los de los sectores más vulnerables, como los niños y las minorías sociales”, defendió la senadora Teresa Leitão (PT-PE) al apoyar la propuesta.
Como ya se preveía, el PL también crea el Sistema Nacional de Regulación y Gobernanza de Inteligencia Artificial (SIA), supervisado por la Autoridad Nacional de Protección de Datos (ANPD), con la participación de otros reguladores y especialistas, para garantizar el cumplimiento de las normas.
El texto aprobado clasifica los sistemas de IA según niveles de riesgo y establece la necesidad de intervención humana cuando sea requerida. Los sistemas de bajo riesgo, como los asistentes virtuales, estarán sujetos a normas generales, mientras que los de alto riesgo, como vehículos autónomos y sistemas de vigilancia, deberán pasar por evaluaciones de impacto algorítmico.
Los sistemas de riesgo excesivo, como armas autónomas o vigilancia masiva en tiempo real, están prohibidos, salvo en situaciones específicas.
Otro ámbito de preocupación fue el tema de derechos de autor y uso de imagen. La nueva legislación permite el uso de contenidos protegidos con fines no comerciales, como investigación y educación, siempre que se respeten los derechos de los autores y se cite adecuadamente la fuente. Además, exige consentimiento previo para el uso de imágenes o voces, protegiendo el honor y la reputación de sus titulares.
La urgencia de regular este tema se basó no sólo en una necesidad geopolítica, como se propuso en la declaración del G20, sino también en la preocupación por la manipulación en el ámbito virtual y la proliferación de noticias falsas, mencionada por algunos parlamentarios al recordar el ataque antidemocrático a la Plaza de los Tres Poderes el 8 de enero de 2023.
Críticas
Uno de los opositores a la aprobación fue el senador Eduardo Girão (Novo-CE), quien, además de considerar que la votación fue apresurada, acusó al PL de ser una ampliación del control estatal, a su juicio “dando espacio para la censura”, ya que el ajuste en el nuevo texto de la ley cambió la forma en que se creará el Sistema Nacional de Regulación de Inteligencia Artificial (SIA). En lugar de obligar la creación del sistema, el Congreso autoriza al gobierno a crearlo.
Según el ponente, este cambio se hizo para evitar problemas legales. Algunos miembros del gobierno y grupos opositores al proyecto señalaron que el Legislativo no podría, por ejemplo, designar a la Autoridad Nacional de Protección de Datos (ANPD) para coordinar el SIA, ya que eso podría considerarse una invasión de competencias del Poder Ejecutivo, lo cual sería inconstitucional.