Por Valeria Romero
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el aumento de los desechos electrónicos se ha convertido en una amenaza para la salud de millones de niños en el mundo.
Los volúmenes de desechos electrónicos han aumentado un 21 por ciento en los últimos cinco años hasta 2019, cuando se generaron 53.6 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos a nivel mundial, según la Asociación Global de Estadísticas de Residuos Electrónicos (GESP).
De estos desechos electrónicos, sólo 17.4 de fue reciclado y el resto se tiró ilegalmente en países de bajos o medianos ingresos, donde es reciclado por trabajadores informales, según las estimaciones de GESP.
Y se prevé que este crecimiento continúe a medida que el uso de computadoras, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos se expanda, junto con su rápida obsolescencia.
Los niños son los más vulnerables
El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que al igual que se hizo con los plásticos, los gobiernos se deben unir para proteger la salud de más de 18 millones de niños y adolescentes que están expuestos a los desechos electrónicos.
Según un nuevo informe de la OMS, millones de niños que alcanzan apenas los cinco años de edad participan activamente en el sector informal de reciclaje y procesamiento de desechos.
Estos niños son expuestos a altos niveles de sustancias químicas tóxicas como plomo, mercurio, níquel, retardadores de llama bromados e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).
Son expuestos ya sea porque sus padres los involucran en el reciclaje informal debido a que sus manos son más pequeñas y diestras para el trabajo, pero también pueden vivir, ir a la escuela o jugar cerca de un centro de reciclaje de electrónicos.
Más de 12.9 millones de mujeres que trabajan en el sector informal de desechos también están expuestas a químicos tóxicos, lo que potencialmente pone en peligro a sus hijos por nacer.
Los niños son particularmente más vulnerables a estos químicos debido a que su tamaño es más pequeño y a que sus órganos están menos desarrollados. Un niño puede absorber mayor cantidad de contaminantes porque son menos capaces de metabolizarlos y erradicar las toxinas de sus cuerpos.
Riesgos para la salud
Los trabajadores de reciclaje que buscan materiales valiosos como el cobre y el oro corren el riesgo de exponerse a más de mil sustancias nocivas.
Los posibles efectos adversos para la salud infantil incluyen problemas respiratorios, daño al ADN, función tiroidea alterada y mayor riesgo de tener cáncer o enfermedades cardiovasculares.
Mientras que los fetos de madres expuestas pueden sufrir dificultades en el parto, como muerte fetal y partos prematuros, así como bajo peso y longitud al nacer.
También se asocia con mayores tasas de trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), problemas de conducta, cambios en el temperamento infantil, dificultades de integración sensorial, reducción cognitiva y del lenguaje.