Durante el evento TechTalk – Online Cybersecurity Media Workshop, organizado por Huawei, especialistas destacaron la lenta movilización de los operadores europeos de cara al 5G y el escenario económico que deja la pandemia del Covid-19.
Y es que sólo Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur desplegaron significativamente redes 5G, fuera de China, y hay una menor demanda de velocidades y latencia en Europa. También en este continente el espectro asignado a redes industriales propias redujo aún más la demanda, según explicó durante el evento Hosuk Lee-Makiyama, director del grupo de expertos con sede en Bruselas del Centro Europeo para la Economía Política Internacional.
La demora en Europa no está vinculada con la pandemia del Covid-19 o a los problemas de seguridad con las redes 5G, sino “a inversiones crónicamente bajas por parte de los operadores que priorizan mayores dividendos para los inversores”, detalló Lee-Makiyama.
También destacó que la regulación europea es más rigurosa: en algunos países pasan hasta seis meses para autorizar un equipo. “Seis meses en este mundo son seis años”, apuntó el experto.
También interpretó que el Reino Unido podría actuar como un equilibrio entre Europa y las medidas rigurosas que impuso Estados Unidos, ya que no sigue la misma línea que el viejo continente y tiene su propia división de análisis de ciberseguridad.
Lee-Makiyama destacó que las relaciones de intercambio con Europa siguen una lógica económica distinta de las que el proveedor tiene con Estados Unidos; no forman parte de la guerra comercial. Principalmente porque Estados Unidos no posee manufacturas propias para equipos 5G RAN, mientras que Europa tiene a Ericsson y Nokia.
De acuerdo con Huawei, China cuenta con cerca de la mitad del mercado global de los equipos hardware 5G e incluso los proveedores extranjeros sólo tienen el 11 por ciento de las licitaciones de infraestructura recientes del país asiático.
El impacto del Covid-19 y la posición de China
Durante el evento también hicieron un repaso de cómo la crisis del Covid-19 está desatando una desaceleración económica a nivel global: la producción mundial (GDP) cayó un 3 por ciento interanual en los primeros meses, el impacto de la parada de la economía severa es de aproximadamente el 1 por ciento del PIB por semana en Europa o Estados Unidos; además de los riesgos políticos y macro desconocidos hasta el momento desatados por el coronavirus. “Todos los pronósticos indican que China va ser el primero en salir del túnel debido a factores de tiempo más favorable”, destacó.
En este sentido, se estima que las relaciones globales con China se redefinirán en los próximos 700 días. La dependencia de la demanda china aumentará, especialmente para Europa. “La respuesta del mercado ante esta crisis será la diversificación, en algunos casos más deslocalización”, estimó el especialista.