(Del Banco Mundial para Grilla en el Poder) A continuación se presentan los últimos informes semestrales de actualización económica de las regiones en los que se exploran las tendencias macroeconómicas y de desarrollo en África, Asia oriental y el Pacífico, Europa y Asia central, América Latina y el Caribe, Oriente Medio y Norte de África, y Asia meridional.
Estos informes se publican una semana antes de las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que este año se celebraron en Marruecos del 9 al 15 de octubre.
África
Se prevé que en África subsahariana el crecimiento se desacelerará del 3,6 % registrado en 2022 al 2,5 % en 2023, y que aumentará al 3,7 % en 2024 y al 4,1 % en 2025. Sin embargo, en términos per cápita, se proyecta que la región se contraerá ligeramente entre 2015 y 2025. La región enfrenta numerosos desafíos, entre ellos una “década perdida” de crecimiento lento, un ingreso per cápita persistentemente bajo, crecientes presiones fiscales exacerbadas por la elevada carga de la deuda y la urgente necesidad de crear empleo. Para abordar estos problemas multidimensionales se requieren reformas integrales que promuevan la prosperidad económica, reduzcan la pobreza y creen oportunidades de empleo sostenibles en la región. Para ello se necesitará un ecosistema que facilite la entrada de empresas, la estabilidad, el crecimiento y el desarrollo de habilidades que se ajusten a la demanda empresarial.
Asia oriental y el Pacífico
La mayoría de las economías en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico, salvo varios países insulares del Pacífico, se han recuperado de la serie de conmociones registradas desde 2020 y continúan creciendo, aunque a un ritmo más lento.
Si bien la región se beneficiará de una recuperación de la economía mundial en 2023, el elevado endeudamiento, la desaceleración de la economía de China y las políticas comerciales e industriales de otros países perjudicarán a la región.
De cara al futuro, la difusión de las tecnologías digitales y las reformas normativas en el sector de los servicios pueden crear oportunidades y desempeñar un papel cada vez más importante en el desarrollo económico de la región.
Europa y Asia central
Según las proyecciones económicas actualizadas del Banco Mundial sobre la región, el crecimiento económico de los mercados emergentes y las economías en desarrollo de Europa y Asia central se ha revisado al alza, a un 2,4 % para 2023.
Este repunte del crecimiento es el reflejo de mejores previsiones para Ucrania —azotada por la guerra— y Asia central, así como de la resiliencia de los consumidores en Türkiye y un crecimiento mayor de lo esperado en Rusia debido al aumento del gasto público en el sector militar y en transferencias sociales.
Sin embargo, las conmociones superpuestas —la invasión en curso de Rusia a Ucrania, una crisis del costo de vida, los riesgos climáticos y otros problemas— están creando desafíos enormes para el crecimiento de la región.
América Latina y el Caribe
En el informe se estima que el producto interno bruto (PIB) regional crecerá un 2 % en 2023, ligeramente por encima del 1,4 % proyectado anteriormente, pero aún por debajo del de todas las demás regiones del mundo.
Se esperan tasas de crecimiento del 2,3 % y el 2,6 % para 2024 y 2025, respectivamente. Estas tasas, similares a las de la década de 2010, no son suficientes para lograr los avances tan necesarios en materia de inclusión y reducción de la pobreza.
Los países deben encontrar formas de impulsar la inclusión y el crecimiento, mejorar la gobernanza y generar consenso social. Las soluciones digitales pueden ser parte de la respuesta.
La ampliación de la conectividad digital, combinada con políticas complementarias, ofrece la posibilidad de crear sociedades más dinámicas e inclusivas.
Después de analizar las perspectivas macroeconómicas de Oriente Medio y Norte de África, en esta edición del informe actualizado sobre la economía regional se evalúa el costo humano de las conmociones macroeconómicas en términos de pérdida de empleos y deterioro de los medios de subsistencia de la población.
Se prevé que el crecimiento se desacelerará en 2023 tras aumentar en 2022 producto de alza de los precios del petróleo registrado en los países exportadores de ingreso alto de la región.
Sin embargo, a medida que la región continúa recuperándose del impacto de la crisis de la COVID-19 y enfrenta la elevada volatilidad de sus términos de intercambio, la fuerza laboral debe hacer frente a las consecuencias en sus medios de subsistencia causadas por las presiones inflacionarias que se asocian con las fluctuaciones monetarias en algunos países.
Asia meridional
Se espera que Asia meridional, con algo menos del 6 %, crecerá este año más rápido que cualquier otra región del mundo con países en desarrollo, pero a un ritmo más lento que antes de la pandemia y no lo suficientemente rápido para alcanzar sus objetivos de desarrollo.
Estas perspectivas de la región enfrentan numerosos riesgos, entre ellos la fragilidad de las situaciones fiscales causada por la elevada deuda pública.
Los países deben gestionar y reducir los riesgos fiscales con urgencia y, en el largo plazo, acelerar el crecimiento y crear empleos de manera sostenible.
Además, deben alentar la adopción de tecnologías eficientes en el uso de la energía de vanguardia y tomar medidas para proteger a los trabajadores vulnerables afectados por los cambios del mercado laboral.