Por Paula Bertolini
En 2024, la geopolítica digital consolidó su papel central en las tensiones globales, con la tecnología como eje de competencia entre países y regiones. La gobernanza de la Inteligencia Artificial (IA) con múltiples declaraciones y pactos globales, el dominio de los semiconductores, las nuevas comunicaciones satelitales, los vehículos eléctricos y el retorno de Donald Trump a la presidencia con una agenda digital disruptiva marcaron un año de profundas transformaciones.
Estos eventos evidenciaron cómo las decisiones tecnológicas, tanto en innovación como en regulación, redefinen el equilibrio de poder económico y estratégico a nivel mundial.
La carrera por la gobernanza de la Inteligencia Artificial
La fragmentación regulatoria de la Inteligencia Artificial, con modelos más ambiciosos como el de AI Act de la Unión Europea versus países como China o Estados Unidos que cuentan con directrices enfocadas a la promoción de la tecnología, hizo que la gobernanza de la IA se abordara en distintos ámbitos, instituciones y organismos internacionales.
Únicamente contando en 2024, hubo en el mundo distintas declaraciones, pactos e iniciativas que trabajaron la gobernanza de la IA:
Pacto para el Futuro de la ONU: los 193 Estados miembros firmaron el compromiso para eliminar las brechas digitales, fomentar enfoques de gobernanza interoperables y responsables, así como a mejorar la gobernanza internacional de la IA.
G20: en la cumbre desarrollada en Río de Janeiro, en la declaración final (firmada por 80 naciones) se destaca la promoción de la cooperación internacional con miras a reducir las desigualdades en el entorno digital, reconociendo que la IA puede generar oportunidades económicas, pero también genera preocupaciones éticas y riesgos para los derechos y el bienestar de los ciudadanos.
Pacto de la Unión Europea (UE) sobre Inteligencia Artificial: más de 100 empresas firmaron el pacto que respalda los compromisos voluntarios de la industria de empezar a aplicar los principios de la Ley de IA antes de su entrada en vigor y mejora la colaboración entre la Oficina de IA de la UE y todas las partes interesadas pertinentes, incluida la industria, la sociedad civil y el mundo académico.
Declaración de Montevideo: en la Segunda Cumbre Ministerial sobre la Ética de la Inteligencia Artificial en América Latina y el Caribe, que se desarrolló en Montevideo, se firmó la declaración que presenta una hoja de ruta como un marco de acción para la gobernanza y el desarrollo ético de la IA, y se lanzó el Foro Iberoamericano de Parlamentarios Digitales, para fortalecer las capacidades de los legisladores regionales.
Declaración de Cartagena de Indias para la Gobernanza, la construcción de Ecosistemas y el fomento de la Educación en Inteligencia Artificial en América Latina y el Caribe: el documento contempla tres ejes: la gobernanza, la construcción de ecosistemas y el fomento de educación en IA en la región.
Así, los 22 países firmantes reconocen la necesidad de crear y fortalecer ecosistemas que permitan el despliegue de la IA ética, segura, inclusiva y eficiente.
OCDE: con el objetivo de supervisar la aplicación del Código de conducta internacional para las organizaciones que desarrollan sistemas avanzados de IA, la OCDE anunció una fase piloto en la que se pondrá a prueba un marco de presentación de informes entre las naciones y organizaciones participantes.
G7: la cumbre en Apulia, Italia, culminó con acuerdos en materia de IA. Los países se comprometieron a profundizar su cooperación para aprovechar los beneficios y gestionar los riesgos de esta tecnología. Además, anunciaron un plan de acción sobre el uso de la IA en el mundo del trabajo.
AI Ethics for Peace: una reunión entre líderes religiosos que se celebró en Hiroshima Japón, en donde más de 150 participantes de 11 religiones del mundo firmaron un acuerdo por una IA ética.
Agenda Digital eLAC2026: al cierre de la Novena Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe se aprobó la agenda que incluye objetivos como establecer directrices y regulaciones para el desarrollo y uso de la IA que prioricen el desarrollo y el bienestar, la democracia, los derechos humanos, la equidad, el Estado de derecho, las libertades fundamentales, la privacidad y la transparencia; desarrollar marcos éticos y responsables para la IA; aprovechar la IA para el bienestar social y el desarrollo productivo, entre otros.
Más allá de los desafíos éticos y de seguridad, otro gran reto, para los países y empresas, que presenta el avance de la IA es el alto costo energético que supone. Una consulta a ChatGPT consume 10 veces más energía que una búsqueda en Google. Producir una imagen con IA Generativa puede utilizar, en el peor de los casos, la misma energía que cargar 522 veces un teléfono inteligente. Este tema fue debatido en la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024.
Soberanía tecnológica: dominar los semiconductores
Estados Unidos y China intensificaron sus esfuerzos para dominar la fabricación de semiconductores avanzados en 2024.
El primero, a través de la Ley de Ciencia y CHIPS, se estima que ha comprometido la entrega de más de 32 mil millones de dólares en subsidios directos, y más de 28 mil millones de dólares en créditos a 17 compañías.
Actualmente, el reto del gobierno estadounidense se encuentra en asegurar una rápida liberación de los fondos que permita a las compañías beneficiadas acelerar sus proyectos de fabricación, en tanto, otras naciones ya han anunciado también grandes políticas de inversión como China (47 mil millones de dólares), Corea del Sur (19 mil millones de dólares) y Europa (43 mil millones de dólares).
En este contexto, América Latina busca tener su propia participación en el suministro de semiconductores, con estrategias de países como México, Brasil, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y recientemente Guatemala.
Asimismo, EE. UU. reforzó sus restricciones de exportación de tecnología avanzada a China, mientras esta última avanzó en desarrollar tecnologías domésticas.
Donald Trump elegido nuevamente presidente de Estados Unidos
Elecciones de Estados Unidos fue quizás uno de los hechos más relevantes que impactaron e impactarán la geopolítica digital. El candidato republicano, Donald Trump, consiguió 277 votos electorales contra los 224 que obtuvo la vicepresidenta Kamala Harris.
Con la nueva llegada de Trump a la Casa Blanca vendrán probablemente nuevas discusiones digitales como dar marcha atrás a la neutralidad de la red, regulación de las redes sociales, o intensificación de las restricciones comerciales de tecnología china.
Además, el próximo presidente ya confirmó a Elon Musk como el encargado de desmantelar la burocracia en la administración y se conoció que podría elegir a un zar de la IA para la coordinación de la política federal y el uso gubernamental de dicha tecnología.
Constelaciones LEO y D2D: las nuevas carreras espaciales
La carrera por dominar la nueva tecnología de comunicación satelital también es una carrera geoestratégica, que en 2024 dio grandes avances. En la nueva comunicación satelital, varias empresas lideran el mercado con tecnologías avanzadas. SpaceX, a través de su red Starlink, domina con su constelación de satélites LEO, ofreciendo conectividad global, especialmente en áreas remotas.
La china Geespace, que ya cuenta con una constelación de 30 satélites LEO, o OneWeb, también juegan un papel clave en la expansión de este tipo de redes.
Mientras que Amazon, con su Proyecto Kuiper, planea lanzar miles de satélites para competir en este sector. Además, empresas como AST SpaceMobile y Lynk están desarrollando servicios direct-to-cell o direct-to-device (D2D), que permiten la conectividad directa entre teléfonos móviles y satélites.
A principios de este año, utilizando la red de T-Mobile, SpaceX envió y recibió con éxito un SMS utilizando los satélites D2D de Starlink, que brindan conectividad de banda ancha a teléfonos inteligentes en cualquier parte del mundo, sin pasar por la infraestructura tradicional. En mayo logró otro hito: la primera videollamada desde un teléfono móvil conectado a los satélites de Starlink.
El control de estas tecnologías garantiza ventajas en comunicación global, conectividad remota y posicionamiento estratégico en zonas donde la infraestructura terrestre es limitada. Países y empresas que lideren esta tecnología no sólo dominarán el acceso a mercados emergentes, sino que también podrían tener incidencia en las comunicaciones en áreas de interés geopolítico.
Vehículos eléctricos, otro campo de batalla de la guerra geopolítica
En un contexto global de reconfiguración de las fuentes energéticas y transición verde, el 2024 fue también el año de la geopolítica de los vehículos eléctricos, con lo que se ha erigido como uno de los temas estelares de la agenda pública —y económica— mundial.
Estados Unidos, Europa y hasta Canadá avanzaron en la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos chinos, en respuesta al rápido crecimiento de sus exportaciones, que amenazaba con desplazar a fabricantes locales en estos mercados.
Mientras que América Latina ve una oportunidad para modernizar su flota de transporte público con coches más eficientes, y económicos. China es el mayor fabricante y exportador de vehículos eléctricos del mundo, y el mayor importador es precisamente un país de América Latina. En abril, Brasil superó a Bélgica y alcanzó ese hito.
Es decir, mientras el Norte restringe a los vehículos eléctricos chinos como política de Estado; el Sur busca atraerlos, tanto para el usuario final como para el transporte público, también como política estatal.
Así, quizás América Latina sea el terreno donde Estados Unidos y China se disputan su hegemonía, ahora en la industria de los vehículos eléctricos.
El 2024 será recordado como un año crucial en la geopolítica digital, donde la tecnología no sólo fue un motor de innovación, sino también un campo de batalla estratégico. De cara al 2025, la pregunta no será únicamente quién liderará en términos de tecnología, sino cómo ese liderazgo impactará en un mundo que necesita mayor cooperación frente a desafíos globales compartidos. Y en DPL News te lo vamos a contar. ¡Feliz Año Nuevo!