Por Itzel Carreño
(dpl noticias) Un análisis de la Alianza por un Internet Asequible (A4AI) ha concluido que se necesitará una financiación adicional de 428 mil millones de dólares durante la próxima década para conectar a todo el mundo a una banda ancha de calidad para el año 2030. Sin embargo, asegura que los gobiernos necesitan planes nacionales sólidos de banda ancha para lograrlo.
En el Informe de Asequibilidad 2020, la A4AI sostiene que la financiación debe estar acompañada de una política pública eficaz, una planificación sólida y una aplicación efectiva, lo que incluye inversiones urgentes en habilidades digitales, contenido y la habilitación de marcos normativos que son fundamentales para apoyar el acceso a una conectividad significativa.
La Alianza indica que los planes nacionales de banda ancha hacen que las inversiones públicas sean más efectivas, fomenten las inversiones del sector privado y generen nuevas alianzas y fuentes de responsabilidad.
“La Covid-19 ha demostrado que sin ninguna duda el acceso a Internet, más que un lujo es algo imprescindible. Y a pesar de las mejoras de las políticas públicas, persisten las diferencias nacionales, lo que plantea serios desafíos para el acceso universal”, destaca el estudio.
Tres de los países que encabezan el Índice de Catalizadores de Asequibilidad de este año –Malasia, Colombia y Costa Rica– se destacan por tener los tres puntajes más altos para la planificación nacional de banda ancha. El trío cumple el umbral de asequibilidad “1 por 2” de la ONU: 1 GB de datos por no más del 2 por ciento del ingreso mensual promedio.
Más de mil millones de personas viven en los 57 países incluidos en la encuesta que todavía no han alcanzado el umbral de asequibilidad de “1 por 2” de la ONU. 1 GB es el mínimo que permite a una persona utilizar Internet de forma eficaz.
Sin embargo, dado el alto costo de la conexión, miles de millones de personas no pueden acceder ni siquiera a esta prestación básica. Casi la mitad de la población mundial permanece sin acceso a Internet y muchos otros carecen de la conectividad significativa que les permitiría participar en actividades como la educación en línea, el trabajo a distancia y los servicios de telesalud.
El informe se basa en encuestas de expertos sobre políticas realizadas en 72 países, casi todos de ingresos bajos o medianos, en las regiones de África, Asia, América Latina y el Caribe.