“Debemos constituir un amplio diálogo nacional para escuchar todas las voces de la sociedad antes de emitir un dictamen o propuesta en torno a la regulación de la marihuana, pero, sobre todo, debemos tener en cuenta el impacto que ese nuevo enfoque traería entre niños y jóvenes”, afirmó el senador Marco A. Gama Basarte durante su participación en el primer foro convocado para analizar la despenalización de la cannabis.
“En el Senado tenemos la responsabilidad de analizar todos los riesgos de una despenalización lisa y llana, estamos ante un gran reto”, sostuvo el legislador panista integrante de la Comisión de Salud.
Señaló que independientemente de la materia penal y delictiva sobre la comercialización de los productos con cannabis y sus derivados, el Senado tiene que dar prioridad a los criterios regulatorios y comerciales, para que estos tengan bases científicas y farmacológicos para dar seguridad y eficacia a los productos que de inicio se pretenden importar.
“Esto debe ir por pasos, antes del cultivo y la parte penal, están los estándares farmacológicos y científicos que deben tomarse en cuenta”, precisó.
Indicó además que debido a que en México no hay nadie con criterios completos y científicos, empezando por autoridades como la Cofepris, se requiere de amplios estudios y la opinión de académicos.
“Es imperativo realizar investigaciones, así como analizar la regulación de otros países para lograr avanzar en la materia”, indicó.
Fue enfático al señalar que apresurarse en la regulación aumenta los riesgos para toda la población, los cuales han sido poco visualizados y valorados.
“Es muy importante mencionar que nadie está haciendo una diferenciación entre el CBD y el THC que son moléculas, extracciones y de usos diferentes”, agregó.
Dijo que en México no podemos permitirnos caer en el mismo error que se cometió en Colombia, no establecer bien las bases y pretender dejar las cosas por sentadas; “por dar un ejemplo: de las 6 licencias otorgadas por el presidente Santos para el cultivo de cannabis, no hay nadie trabajando en ello a la fecha”.
Además, añadió, más allá de los temas de seguridad, hay otros aspectos que deben ser tomados en cuenta cómo los riesgos sanitarios en todos los tipos de consumo.
“Debemos balancear responsablemente entre los beneficios del mercado regulado y los riesgos a los que se expondrán los sectores vulnerables, como la niñez y los enfermos”, comentó.
Por último, consideró vital imponer candados y una normatividad modelo, para que la regulación de la mariguana no sea aprovechada por personas que anteriormente hayan sido sentenciadas por traficar dicho enervante y que busquen su liberación ipso facto en perjuicio del tejido social.