En el marco de los foros que se realizan a partir de hoy en la Cámara de Diputados, para analizar la Reforma del Estado, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se pronunció porque sea el diálogo, la construcción de acuerdos y la búsqueda del consenso, las reglas que den dirección y sentido a la nueva etapa del cambio electoral y político en México.
“Para que así, al llegar la renovación completa de los poderes federales en 2024, contemos con reformadas normas, instituciones y prácticas que, como ayer, sean producto de la suma de voluntades. Para que de esa suma –aseveró— emerja un resultado en favor de la democracia”.
La encargada de la política interior en el país subrayó que uno de los secretos del éxito de las reformas electorales, ha sido el consenso alcanzado por los principales partidos políticos.
La secretaria Olga Sánchez Cordero expresó que la historia de las reformas electorales es, en más de un sentido, historia viva, en gran medida por los actores que han intervenido.
Refirió de manera especial la aprobación de la reforma electoral que blindó los comicios presidenciales en 1994, tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio y celebrados bajo la sombra del levantamiento armado en Chiapas y aún abierta la herida provocada por el fraude electoral de 1988.
Relató que algunos de los protagonistas en aquel tiempo, de lo que la prensa denominó “las conversaciones de Barcelona” fueron Porfirio Muñoz Ledo y Jorge Alcocer Villanueva, actual Coordinador de Asesores en la Secretaría de Gobernación que, “hecho singular, ocupaba en 1994 un cargo similar con el doctor Jorge Carpizo. Son –dijo— dos actores y testigos del cambio político mexicano”.
Narró cuando Porfirio Muñoz Ledo propuso el consenso como regla para dichas conversaciones, y fue cuestionado sobre cómo se debería entender esa regla. “Porfirio habría dicho: el consenso en una mesa como ésta no es igual a la unanimidad; consenso es ausencia de disenso; eso quiere decir que yo puedo no compartir lo que otro de ustedes propone, pero en aras de alcanzar el consenso, retiro mi disenso”.
Ante ello, la Secretaria de Gobernación se pronunció porque sea la regla de 1994 la que guíe los trabajos que hoy dan inicio en la Cámara de Diputados.
Refrendó que la historia reciente muestra que las reformas aprobadas por la fuerza del voto de la mayoría, sin el respaldo de los demás partidos, fueron efímeras, duraron poco.
Así pues –insistió— “demos espacio y tiempo al diálogo para encontrar juntos, con el mayor consenso posible, los mejores caminos, las mejores soluciones para que nuestro sistema electoral y sus instituciones se transformen en la dirección y sentido que reclama el México del Siglo XXI”.
Añadió que hoy se están dando los pasos para la transformación del país, producto de la voluntad popular expresada en las urnas en julio pasado. “Justo –enfatizó— estamos a unos días del primer aniversario del triunfo electoral del hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador”.
La Secretaria de Gobernación participó en dicha inauguración junto con el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, quien advirtió que es todavía mucho lo que se tiene que pensar y repensar, “van a venir jornadas en donde se requerirá una gran legitimidad de las instituciones por los peligros que el país tiene”.
Dichos foros son organizados por el Grupo de Trabajo para la Reforma del Estado y Electoral de la Cámara baja, coordinado por el diputado Sergio Gutiérrez Luna, quien estuvo presente en la apertura de estos espacios.
También participaron en la inauguración el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara baja, Mario Delgado Carrillo; el presidente del Senado de la República, Martí Batres Guadarrama; el Magistrado Presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Felipe Alfredo Fuentes Barrera y el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova.