La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) “representa lo que está pasando en diversas áreas del conocimiento, que la ciencia se hace en conjunto y México tiene que ser parte de estos grupos”, consideró Julia Tagüeña Parga, directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Agregó que en nuestro país hay talento y preparación para participar en la ciencia de frontera y el ejemplo son los investigadores mexicanos que forman parte de los experimentos del CERN.
Durante la conferencia de prensa organizada para hablar de la extensión de colaboración con el CERN, Tagüeña Parga, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), señaló que para México participar en los experimentos del CERN ha tenido un impacto en la formación de recursos humanos en por lo menos tres generaciones de investigadores, lo que habla, dijo, de la continuidad de los esfuerzos que se han realizado al respecto.
Arturo Borja Tamayo, director adjunto de Cooperación Internacional del Conacyt, resaltó la importancia del CERN y de la cooperación científica internacional, “en este laboratorio se han hecho los descubrimientos más importantes en física de partículas, como la detección del bosón de Higgs en el año 2012”.
Añadió que en la actualidad hay 39 científicos mexicanos trabajando en varios de los experimentos del CERN y se espera que a futuro el apoyo a este tipo de colaboraciones continúe, ya que se necesita que los mexicanos sigan participando en iniciativas internacionales como esta.
El investigador Gerardo Herrera Corral, del Cinvestav y representante del equipo científico mexicano del experimento ALICE en el CERN, recordó que el acuerdo de colaboración se firmó hace veinte años y que la extensión es por otros cinco, lo que “representa una gran oportunidad para llamar a la continuidad”.
Acerca de ALICE el también integrante de la AMC mencionó que la participación de México en este experimento comenzó hace 24 años y que la colaboración fue en el diseño, construcción y operación de dispositivos que conforman el detector y que actualmente son tres los dispositivos mexicanos en ALICE.
Al referirse al experimento CMS, otro de los cuatro grandes detectores en el CERN, Alberto Sánchez Hernández, del Cinvestav, comentó que en él trabajan cinco mil científicos de 40 países, y que la meta científica fue la búsqueda del bosón de Higgs y que en el 2012, junto con el experimento ATLAS, fue posible observar esta partícula, pero que el interés científico no se detuvo ahí, por lo que continúan con la búsqueda de nuevas partículas sugeridas por la observación o por nuevos modelos teóricos, como es el caso de la materia oscura o de la súper simetría.
“El grupo mexicano se integró en 2005, hemos colaborado desde su construcción, operación y mantenimiento, así como en el análisis de datos, esto nos ha permitido formar una nueva generación de físicos altamente capacitados en el conocimiento de electrónica, software, detectores, análisis de datos, en general, de nuevas tecnologías”, expuso Sánchez Hernández.
El experimento seguirá en operación por lo menos los próximos 15 años, y el grupo mexicano se ha comprometido a la construcción de uno de los detectores de muones con recursos e infraestructura mexicanos.
Diego Gómez Coral, que participa en el experimento AMS-02, apuntó que la aportación inicial del Instituto de Física de la UNAM al AMS-02 se relaciona con la construcción de un detector, “en total, con el apoyo de Conacyt y de la UNAM, se aportó en instrumentos medio millón de dólares de los 100 millones de dólares que costó el proyecto”.
En tanto, Humberto Maury Cuna, quien forma parte del experimento BEAM, dijo que en 2015 se formalizó la participación de los investigadores mexicanos y que entre los impactos de esta colaboración está la formación de doctores y maestros.
El CERN
El CERN es un laboratorio que se formó en 1994 y alberga al proyecto más grande del mundo alrededor de partículas elementales: el Gran Colisionador de Hadrones, en el que hay cuatro grandes detectores, los cuales a su vez están conformados por otros detectores más; tan solo ALICE tiene 19 de estos dispositivos, tres de los cuales son mexicanos.
La idea de la investigación que se realiza en el CERN es observar lo que pasa cuando se aceleran protones pesados, como los de plomo, y se les hace coincidir en la misma dirección, para lo cual con los diferentes detectores se toman fotografías de los choques. Con las imágenes es posible determinar si existen más dimensiones de las que se conocen, encontrar nuevas partículas que den explicación de la materia oscura de la que está hecho gran parte del Universo o entender cómo se formó el Universo temprano, entre otros temas.