La protección y la defensa de la independencia de los jueces se ubican como el tema central que revisan los poderes judiciales, las magistraturas y las Cortes de 23 países de Iberoamérica, en la reunión preparatoria de la cumbre que se lleva a cabo en México.

A manera de ejemplo en torno a este tema, el Ministro Presidente Luis María Aguilar Morales destacó el hecho de que en las recientes elecciones presidenciales de nuestro país la población votó por el cambio y optó por un nuevo gobernante que de inmediato se comprometió a respetar y reconocer la independencia y autonomía del Poder Judicial mediante el compromiso de no tener injerencia y aceptar y cumplir las decisiones que tomen los jueces.

Pero que de manera especial también se comprometió a que durante su gobierno respetará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación como Tribunal Constitucional de México, a sus miembros y a su conformación, y eso es parte de la madurez política que ya avizoramos en nuestro país.

La independencia judicial es la que otorga la legitimidad requerida a la función que realizan las juzgadoras y juzgadores, responsables de dirimir el conflicto social, en los tiempos de democracia en que vivimos, afirmó el Ministro Luis María Aguilar Morales, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

Sólo desde la independencia judicial, que no es otra condición que la libre determinación del juez, se pueden proteger los derechos fundamentales de cualquier persona y, a través de ello, salvaguardar el interés superior de la República y de sus instituciones democráticas, sostuvo durante la ceremonia de inauguración de la Primera Reunión Preparatoria de la Cumbre Judicial Iberoamericana (CJI), realizada en el Área de Murales del Alto Tribunal,

“Como yo lo entiendo, la Independencia de la Judicatura se establece en tres estratos indisolublemente relacionados que son: Primero, el no dejarse influir en la decisión por ningún agente externo, como la violencia o las amenazas de los factores del poder. Segundo, el no dejarse presionar por los intereses ajenos al derecho de ninguna de las partes involucradas en el conflicto. Y Tercero, no dejarse desviar ni por las propias fobias, preferencias o gustos personales, sino sólo guiarse por la Norma Jurídica tanto Suprema como Secundaria o derivada”, expresó.

Ante representantes de Cortes Supremas de Justicia y Tribunales Constitucionales de 23 países que participan en la CJI el principal foro que reúne a los poderes judiciales y consejos de la judicatura de la región, perfiló las condiciones que se requieren para favorecer y establecer esta independencia.

“Mediante medidas de protección y seguridad a la actividad jurisdiccional, tales como inamovilidad, condiciones de seguridad personal, profesionalización de los juzgadores para lograr la excelencia en su trabajo y la conciencia de su valía propia en la vida democrática de nuestros pueblos”, detalló el Ministro Aguilar Morales.

Al dar la bienvenida a las y los representantes de los Poderes Judiciales de Iberoamérica, destacó la necesidad de reflexionar sobre el camino que deben seguir, juntos, para ofrecer a las sociedades de la región una justicia transparente, profesional, imparcial y de pleno respeto a los derechos fundamentales.

Destacó que en esta ocasión, al igual que hace casi 30 años, cuando se creó este espacio de diálogo, la independencia judicial continúa siendo el eje rector del diálogo entre las cortes y tribunales supremos nuestra conversación.

“Lo que fue allá en 1990 en la ciudad de Madrid, lo es ahora en 2018 en la Ciudad de México: ciudadanos que se sienten vulnerados en sus derechos, acuden a los tribunales porque confían en la decisión judicial que debe ser construida desde la imparcialidad que sólo ofrece un juzgador independiente”, expuso.

Los ciudadanos, agregó, aceptan ese veredicto, cualquiera que sea, porque reconocen que el procedimiento que le precedió, antepone la igualdad entre la partes como fundamento de la resolución.

“Se respetan las sentencias, su contenido y sus efectos, precisamente porque emanan de una judicatura independiente”, aseguró el Ministro Presidente.

Recordó que desde finales del siglo veinte y ahora a, comienzo del siglo veintiuno, las naciones de Iberoamérica se abrieron camino en la pluralidad, en la promoción, respeto y garantía de los derechos humanos, así como en la democracia constitucional y en la vigencia del Estado de derecho.

“En ello reside el trascendente lugar que ocupan en la actualidad los Poderes Judiciales. Los jueces y sus decisiones se enmarcan en el ambiente social del que derivan, por eso no debemos actuar aislados de una realidad social, ni son nuestras resoluciones ajenas a las necesidades de individuos y comunidades”, consideró el Ministro Presidente.

Por el contrario, enfatizó, la labor jurisdiccional que ocurre día con día en los juzgados, en los tribunales y en las Cortes Supremas, da forma a la convivencia de nuestras sociedades y define los límites en los cuales operan las autoridades.

Con la Constitución y los tratados internacionales en la mano, el juez sanciona transgresiones al orden jurídico y contribuye, desde su posición, a la construcción de un mejor futuro. El desarrollo democrático observado en décadas recientes en la región, ha depositado en los Poderes Judiciales, en las Altas Cortes y en los Tribunales Supremos, la potestad de vigilantes del régimen constitucional, afirmó.

En ese esfuerzo, indicó, el reto es saber cómo dar respuesta a la legítima exigencia ciudadana de apertura, de transparencia en las decisiones judiciales y en el uso de los recursos; cuáles mecanismos y buenas prácticas favorecen la rendición de cuentas de cara a la sociedad, y de qué manera las innovaciones tecnológicas pueden asistir al juzgador para agilizar los procedimientos judiciales, y también ofrecer alternativas para ampliar la cobertura de los servicios de justicia.

“¿Cómo fortalecer la independencia de los Jueces y Magistrados, frente a otros Poderes del Estado, y frente a las partes intervinientes en los asuntos?”, cuestionó y planteó que en el marco de la Cumbre Judicial Iberoamericana, las Cortes Supremas, los Tribunales Supremos y los Consejos de la Judicatura y la Magistratura, tendrán la oportunidad de proponer e instrumentar acciones que coadyuven al cumplimiento de las atribuciones que les confieren las Constituciones de sus países.

En ediciones anteriores, detalló, los 23 Poderes Judiciales que participan en este importante foro multilateral, han puesto voluntad, experiencia y talento al servicio de las muy variadas y complejas necesidades de cada nación, haciendo de ellas una agenda accesible para el conjunto de las instituciones integrantes de la Cumbre, en la que se han impulsado iniciativas comunes que incluyen a cada Corte, a cada Consejo, a cada Poder Judicial de la región: y que atienden preocupaciones individuales, pero favorecen objetivos globales.

“Lo que en otros tiempos sólo existía en la letra escrita, hoy es práctica habitual en nuestro trabajo diario. Esta creciente notoriedad de los Tribunales, que ha acompañado al cambio democrático, asigna a nuestras instituciones una mayor responsabilidad”, señaló.

El Ministro Presidente recordó, citándolo, el principio fundamental de la vida democrática, que estableció José María Morelos, prócer de la entonces incipiente nación mexicana en 1813, en víspera de la instalación del Congreso de Chilpancingo: “Que todo aquel que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario”.

“Su pensamiento resumía el anhelo de igualdad, justicia y libertad que han compartido nuestros pueblos a lo largo de su historia”, dijo.

El Ministro Presidente invitó a todos los asistentes al encuentro a desarrollar productos que ofrezcan un apoyo al juzgador en su labor diaria; que contribuyan al mejoramiento administrativo de las instituciones; que fortalezcan el acercamiento con la sociedad.

Con apego al eje temático de esta vigésima edición, aprobado por la Asamblea Plenaria de Quito, Ecuador, las Cortes y Consejos de la región estamos llamados a coadyuvar en “la sostenibilidad de la paz social” y atender “los retos de la administración de justicia en Iberoamérica frente a las exigencias del nuevo milenio”, explicó.

El Ministro Aguilar Morales se dijo convencido de que, con la entusiasta participación de todos, los trabajos de esta Primera Reunión Preparatoria ofrecerán un importante respaldo a la labor jurisdiccional y un prometedor horizonte para las instituciones de impartición de justicia.

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