Impulsan en el Senado
El senador panista Francisco Búrquez Valenzuela propondrá ante la Comisión Permanente una iniciativa para reformar los artículos 3 y 73 de la Constitución, con el fin de terminar con el monopolio del gobierno en la programación y planeación educativa.
Al explicar su propuesta, el senador por Sonora indicó que se busca también que el Estado financie, mediante créditos fiscales o vales otorgados directamente a las familias de los alumnos, la educación básica en el país.
Esta iniciativa pretende empoderar a los padres de familias y eliminar la carga regulatoria y la estandarización de la educación, promoviendo la innovación, abundó.
Búrquez Valenzuela afirmó que, entre otros, los objetivos de su propuesta son: financiar directamente a las familias, no a burocracias educativas; empoderar a los padres de familia para que decidan el lugar, la escuela y la forma de la educación de sus hijos; eliminar la absurda carga regulatoria que enfrentan las escuelas y que estandarizan todo tipo de enseñanza; innovar con nuevos modelos educativos; que las mejores escuelas compitan por la preferencia de los alumnos; y concretar un modelo donde el dinero sigue al alumno y el alumno elige la escuela.
“En vez de gastar tanto dinero para terminar brindando una mala educación, esta iniciativa plantea que se entregue directamente este financiamiento de hasta 35 mil pesos anuales, en forma de una beca educativa, a los padres de cada niño para que sean ellos quienes tengan el poder de decidir qué tipo de educación y qué escuela es la mejor opción para sus hijos”, destacó.
Ocho de cada 10 pesos, continuó, se destinan al pago de nóminas, lo cual significa que el gasto en educación no se utiliza para brindar calidad educativa, sino para plegarse ante las exigencias sindicales.
“Todo lo que hace el gobierno lo hace mal y esto en pocos lugares es tan claro como en la educación”, dijo.
El legislador por Sonora subrayó que México necesita de una política educativa que ponga las decisiones en manos de las familias.
“Fue un gran error otorgar al gobierno el monopolio de la educación de nuestros hijos. Creamos un monstruo burocrático que está más ocupado en mantener arreglos cupulares con el sindicato a costa del presupuesto y de los alumnos. Por eso, todo aquel que puede, inscribe a sus hijos en escuelas privadas para escapar de este sistema. Incluso aquellos que defienden con sus palabras la educación pública, no dudan en inscribir a sus hijos en escuelas privadas”, sostuvo.
Se pronunció por un modelo de educación personalizada y flexible, que deje a un lado el actual, que está centralizado en manos del Gobierno.
Agregó que la funcionalidad de este modelo está comprobada, ya que 25 de los 53 países que participaron en un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) utilizan algún tipo de sistema de financiamiento o beca educativa, y, de esos 25, nueve están en el top 20 en las pruebas del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA), donde compiten 70 países.
Refirió que es fundamental hacer la pregunta de quién debe tener el poder para elegir sobre esta cuestión.
Este poder está en las manos equivocadas, ya que en el sistema actual no son las familias las que toman las decisiones sobre el futuro de sus hijos, es el Gobierno el que determina e impone la educación a todas las familias, subrayó.
“Eso no debe de ser así. No hay ninguna razón para imponer un modelo uniforme y monopólico de educación. Son los padres, y no los políticos y burócratas, quienes tienen el máximo interés, y por eso deben ser ellos quienes escojan el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”, explicó.
Aseveró que su propuesta impulsa a las escuelas a competir, innovar y desarrollar ofertas educativas variadas y de calidad, para que los padres de familia puedan premiar o castigar las mejores prácticas.
“Y, finalmente, los profesores se convertirían en los dueños de las escuelas donde enseñan, dejando de ser empleados de un sistema burocrático y corporativista”, concluyó el senador de Acción Nacional.