En la Ciudad de México existen 52 personas mayores de 60 años por cada 100 menores de 15 años, lo que ubica a la capital del país con el índice de envejecimiento más alto de toda la nación.

Por ello los tres grandes temas que se investigarán en el Centro de Investigación sobre el Envejecimiento serán: biología del envejecimiento, ciencia traslacional y envejecimiento y sociedad, anunciaron los titulares del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) y de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (Seciti), en una ceremonia encabezada por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

La primera línea de investigación permitirá entender los procesos a nivel celular y molecular; con la segunda se busca llevar los beneficios de la ciencia directamente a las personas y, con la tercera línea, se pretende incorporar diversos temas de investigación para atender aspectos estadísticos, matemáticos, demográficos, etcétera.

“Cualquier sociedad que quiera trascender debe fijarse con atención en cuáles son los escenarios que el tiempo le está dando y sí nosotros tenemos como escenario que la Ciudad de México en el año 2030, aproximadamente 60% de su población será mayor de 60 años, y si a eso le sumamos que en 2050 la expectativa de vida será de 86 años, tenemos que plantearnos cómo llegaremos a ese escenario con las mejores condiciones, dijo el jefe de Gobierno José Ramón Amieva Gálvez.

Es importante considerar el envejecimiento como un fenómeno integral, subrayó el funcionario e informó que ha estado en pláticas con el titular de la Seciti, David García Junco, y “hemos decidido crear una beca con el nombre de René Drucker”, la cual podría ser otorgada a un estudiante que realice estudios sobre la vejez. Y aunque aún no están listos los detalles de esta iniciativa, Amieva Gálvez adelantó que la finalidad es mejorar la calidad de vida de las personas.

Para Enrique Cabrero Mendoza, director general de Conacyt, resulta necesario que exista investigación respecto al envejecimiento desde la parte biológica, dirigida a entender las características de la población mexicana, tomando en cuenta sus particularidades   sociales, económicas y culturales.

“Es vital contar con un espacio adecuado para realizar investigación sobre el tema y generar un ambiente multidisciplinario para su estudio”, sostuvo Cabrero y añadió que la investigación biomédica se centra en gran medida en empatar el conocimiento ya generado en torno a diversas enfermedades y su incidencia en el envejecimiento, una perspectiva integral que hasta el momento no se ha consolidado.

La vejez en cifras

Ana Luisa Gamble Sánchez, coordinadora de Gerontología del Instituto para la Atención de las personas Adultas Mayores de la Ciudad de México (IAAMCDMX), dijo que la forma de asegurar que este sector de la población tenga cubierta sus necesidades básicas, es a través de la institucionalización de las políticas públicas, con los recursos necesarios para poderlas operar, así como los mecanismos de exigibilidad de los derechos humanos de las personas mayores.

En los últimos 15 años el tema del envejecimiento ha tomado fuerza. México, al igual que otros países, experimentó a lo largo del siglo XX una transición demográfica y en las próximas décadas las personas adultas mayores aumentarán su presencia en términos relativos y absolutos.

Y la Ciudad de México no escapa a ese proceso poblacional, ya que para el año 2015 la población de personas mayores fue de 1 millón 276 mil (14.4% de la población) y se proyecta que para 2030 ascenderá a 1 millón 700 mil (20% del total), es decir, habrá una tasa de crecimiento de 5.3% anual.

La esperanza de vida en la capital del país es una de las mayores, 78 años para las mujeres y 73 para los hombres, y para el año 2030 será 80 para mujeres 75 años para los hombres.

Gamble Sánchez subrayó que existen 52 personas mayores de 60 años por cada 100 menores de 15 años, siendo el índice de envejecimiento más alto a nivel nacional; en el país el promedio es de 31 por cada 100 menores.

En 2030 está relación será de 109 por 100, sumado a que la Ciudad de México tiene la tasa de natalidad más baja del país con 1.7 hijos por mujer, que significa que está por debajo del reemplazo intergeneracional.

En otras palabras, “la capital del país pasará de un proceso de envejecimiento moderadamente avanzado a uno avanzado”, subrayó la especialista.

A este escenario quería responder el exsecretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, René Drucker Colín, dijo Laura Elizabeth Chamlati, viuda del investigador fallecido el 17 de septiembre de 2017.

Durante el evento Chamlati recordó que su esposo, expresidente de la Academia Mexicana de Ciencias, supo días antes de su muerte que su proyecto se concretaría.

Para este proyecto, el Cinvestav pondrá a disposición todo el conocimiento hasta ahora generado por sus investigadores sobre el tema de la vejez, para lograr que los avances impacten a la población. “Vamos a mudar el Banco de Cerebros y lo vamos a poner a disposición de los investigadores que estarán en el Centro y de los visitantes”, nuestro objetivo es establecer interacción con varias instituciones científicas nacionales e internacionales, comentó José Mustre de León, director general del Cinvestav.

El nuevo centro de investigación

El Centro de Investigación en Envejecimiento se ubicará en la Unidad Coapa del Cinvestav, en un terreno de cinco mil metros cuadrados y será financiado con 210 millones de pesos, recursos del Conacyt y de la Seciti, a través del Fondo Mixto, los cuales se invertirán en diversas etapas.

De acuerdo con Ricardo Félix Grijalva, responsable técnico del evento e investigador del Cinvestav, el proyecto está planeado para iniciar operaciones formales en dos años más.

La ubicación del centro responde al interés de que haya interacción con los institutos nacionales de investigación en salud, especialmente con el Instituto Nacional de Geriatría, y la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por lo que la proximidad física fue una consideración importante.

En la presentación de la nueva infraestructura para la investigación, a la que acudieron investigadores, académicos, estudiantes y medios de comunicación, concluyó con un minuto de aplausos en memoria del fisiólogo y neurobiólogo René Drucker Colin.

El presidium estuvo integrado por: Claudia González Espinosa, jefa del Departamento de Farmacología del Cinvestav; Ana Luisa Gamble Sánchez, coordinadora de Gerontología de IAAMCDMX; Laura Elizabeth Chamlati Aguirre; Enrique Cabrero Mendoza, director general del Conacyt; José Ramón Amieva Gálvez, jefe de Gobierno; David García Junco Machado, secretario de Ciencia Tecnología e Innovación de la Ciudad de México; José Mustre de León, director general del Cinvestav; Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director general del INGER; y María de Lourdes Ávila Alva, subdirectora de Investigación Biomédica del INGER.

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