La secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, fue al Senado de la República a decir a los legisladores de oposición que todos los recursos que se destinan a los pobres son bien empleados y aseguró que en la dependencia a su cargo no se evaden responsabilidades.
Dijo que todos los días se atienden las observaciones de la Auditoria Superior de la Federación, y “somos de las dependencias más auditadas, porque en el ánimo republicano y de un proyecto de nación, está la rendición de cuentas y la transparencia de los recursos”.
Destacó que, el programa Prospera, se usó con fines electorales y operaba con una gran opacidad” a través de sus vocales, además de que no combatió la pobreza, ya que el viejo régimen dejó más de 50 millones de pobres.
Nosotros -continuó-, planteamos una política de bienestar que genera un ingreso mínimo para las familias más pobres, “estamos consolidando un Estado que hoy se hace cargo de las desigualdades y las combate de frente, estamos eliminando la burocracia para destinarlo al subsidio directo a los beneficiarios”.
Afirmó que en esta administración hay una política de bienestar que opera a través de un grupo de servidores públicos, sujetos a la ley de responsabilidades administrativas.
Subrayó que, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos Aplicados, en 2020, durante el período de la pandemia, mil 627 municipios del país redujeron su pobreza; mil 425 de ellos redujeron la pobreza extrema, mientras que ingreso de las familias rurales creció en 3.8 por ciento.
Ariadna Montiel también mencionó que, de los 623 municipios con presencia indígena, 424 redujeron su pobreza extrema por primera vez, y resaltó que no hubo recortes a la inversión social en materia de salud y educación, ni tampoco hubo endeudamiento público.
La funcionaria federal dijo que se eliminaron “todos aquellos programas del campo que lo único que hacían era engordar las bolsas de los dirigentes campesinos aprovechándose de la pobreza del medio rural. Tenemos una gran convicción por las transferencias no condicionadas”.
Destacó que actualmente se beneficia a 3.6 millones de personas de comunidades indígenas que viven en municipios pobres, que ahora cuentan con un ingreso que les ha permitido afrontar la pandemia, y que se apoya a 25 millones de familias más pobres de México.