En calidad de comandante supremo
En un hecho histórico por las consecuencias que se generan entre el pueblo respecto a sus soldados y marinos, los secretarios de la Defensa Nacional y Marina, Luis Cresencio Sandoval González y José Rafael Ojeda Durán respectivamente, tuvieron que reconocer públicamente que la delincuencia organizada opera en México con todo tipo de facilidades para adquirir armamento y demás equipos propios del sector militar.
Esto ocurrió el viernes pasado durante la gira de trabajo que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador por el estado de Oaxaca, donde ordenó, en su calidad de comandante supremo de las Fuerzas Armadas, que se reconociera públicamente todo lo relacionado con el tema.
Así fue como el titular de la Sedena se vio obligado a pasar al estrado para informar al pueblo todo esto:
“Bien, como ya lo comentó el señor presidente, hay una facilidad de la delincuencia para adquirir esto, los equipos tácticos, en la actualidad hay muchos lugares donde se venden, desde protección de rodillas, de codos, de espalda, de todo lo que en algún momento el personal militar o naval tiene la necesidad de protegerse, y eso está a la venta en muchas tiendas y eso también en algún momento puede llegar a ser empleado por la delincuencia organizada.
“En el caso de los chalecos, hemos asegurado una cantidad importante de estos chalecos. No todos tienen las características de lo que debe de tener o lo que debe de reunir un chaleco para que esa eficiente, me refiero a las placas balísticas con las que debe de contar para que sea una protección eficiente. El chaleco en sí se conforma con lo que es el chaleco propiamente dicho, pero en la parte interior lleva esas placas.
“Sí hay también un mercado de esas placas. Lo que sí hemos detectado, que en la mayoría de los casos donde se aseguran estas placas metálicas no son placas de todo eficientes, son, digamos, placas hechizas, placas hechas con algún acero que no les brinda la protección adecuada como los chalecos con los que cuentan las Fuerzas Armadas, estas placas deben de tener especificaciones muy características para que puedan salvaguardar la vida del personal.
“Lo que hemos encontrado, repito, no corresponde a esas características. O placas que ya están caducas, también el material con el que está hecho esta placa tiene su tiempo de caducidad, al llegar a ese tiempo es vulnerable la persona que las usa porque no tiene el material la resistencia suficiente para detener un impacto de un arma de fuego.
“Entonces, sí existen, pero no, pues no de las mismas características que poseemos tanto la Secretaría de la Defensa como la Secretaría de Marina.
“Hay lugares en donde se ve más el empleo de este equipamiento por parte de la delincuencia, mencionaría Sinaloa, Tamaulipas, Michoacán, en Jalisco, son donde más hemos ubicado que trae este equipo la delincuencia.
“Pero, repito, no son de las características que pueden tener o, como cité, hechizas, realizadas con cualquier material que ellos consideran que los puede proteger, pero que en la realidad ya con las pruebas balísticas hechas en nuestra industria militar, pues no les genera ninguna condición de seguridad.
“Podemos, en alguna agresión que tengamos podemos hacer fuego o repeler esa agresión y no les va a resultar pues algo favorable el emplear estos chalecos de esta naturaleza”.
Por su parte, el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, no tuvo más remedio que cumplir la orden del comandante supremo y confesó todo esto: “Con permiso, señor presidente.
“Igualmente, por el lado de la Secretaría de Marina sí se ha detectado ese tipo de ventas de equipos militares, cascos, chalecos, inclusive armas a través de diferentes plataformas electrónicas, y de una u otra manera estamos viendo a través de la inteligencia naval de dónde vienen esas plataformas, porque muchas veces está ocultas, pero definitivamente… Incluso pues desde Estados Unidos se puede comprar a través de internet o a través de alguna plataforma ese tipo de equipamiento.
“Y también, ¿por qué no decirlo?, al menos nos ha pasado dos o tres veces, dentro de nuestra institución hemos detectado elementos que sacan de nuestros pañoles sobre todo uniformes y los venden a la delincuencia organizada, pero afortunadamente nuestra contrainteligencia los ha detectado y los hemos dado de baja, porque pues meterlos a la cárcel es muy difícil por cuestiones jurídicas, ¿no? pero de que se van de la institución, se van. Si quieren delinquir, que lo hagan afuera, pero no adentro.
“En cuestión de cascos, pues sí, lo hemos visto, la delincuencia los trae, pero pues los consiguen, como le digo, a través de diferentes plataformas, y que las estamos investigando”.