El Instituto de Biotecnología (IBt) es la entidad académica que más patentes tiene en la UNAM. Entre 2006 y 2016 le fueron otorgadas 25 en México, y registró 40 solicitudes. En el extranjero le han concedido 29, y ha solicitado 88, y ha presentado 11 solicitudes internacionales. Para compartir su experiencia y allanar el camino de quienes buscan proteger sus aportaciones científicas y métodos, presentó la “Guía para la redacción y registro de patentes”.
A diferencia de los países de primer mundo, en donde hasta 90 por ciento de las patentes es generado por la industria, en México quien más genera es la academia, y de ésta, destaca la UNAM.
“Sin embargo, aún son muy pocas, por eso me interesa impulsar la protección intelectual, pues mientras más haya, podrán transferirse al sector público y tener mayor posibilidad de influir en el rumbo económico del país”, destacó Mario Trejo Loyo, autor de la obra y secretario técnico de Gestión y Transferencia de Tecnología, adscrito a la Secretaría de Vinculación del IBt.
La guía está estructurada en torno a 25 preguntas fundamentales y responde a cada una de ellas en un capítulo. En 93 páginas aborda temas como qué es una patente y los compromisos que involucra, quiénes califican como inventores, qué derechos y obligaciones adquieren con la patente, cuánto cuesta y quién paga (en el caso del IBt), y si es mejor publicar o patentar, entre otras.
Cuenta además con un anexo en donde el lector puede conocer desde copias de patentes nacionales y extranjeras, hasta notas periodísticas y estadísticas sobre el tema.
Este trabajo resume 26 años de experiencia de Trejo en el área, quien ha tenido apoyos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) a nivel federal, y de la Coordinación de Innovación y
“Es una manera de impulsar a los jóvenes para que tengan una vida digna, bien remunerada, a través de la creación de invenciones, su protección y su debida explotación comercial”, comentó.
Tonatiuh Ramírez Reivich, director del IBt, indicó que el trabajo del autor se realizó dentro de la Secretaría de Vinculación del IBt, que busca acercar a esa entidad con la sociedad y con el sector productivo para concretar investigaciones que representen un bienestar social.
“Esta guía nos da un contexto general de la importancia de las patentes y acerca al investigador a este tema, al que no está acostumbrado”.
El potencial del IBt para patentar es enorme, pero aún se protege poco en comparación con el número de descubrimientos y nuevo conocimiento que se genera en esta entidad, resaltó.
Se pretende que el investigador no se aleje de su tarea fundamental: investigar, pero que además cierre el círculo y busque que su cocimiento esté protegido para que favorezca a la sociedad, se logre reconocimiento y beneficios económicos para la Universidad, remarcó Ramírez Reivich.
Para patentar y publicar “hay que hacerlo con mayor inteligencia, como Lourival Possani, que tiene cientos de publicaciones y un número récord de patentes. Sólo hay que cuidar que no se divulgue antes de tiempo la información”, recomendó.
Por su parte, Enrique Galindo Fentanes, secretario de Vinculación del IBt, comentó que “la idea es que la guía le sirva a toda la comunidad de innovación y de propiedad intelectual de México y de los países hispanohablantes”.
Puede consultarse en www.ibt.unam.mx. Cuenta con dos versiones: una completa a colores, y otra resumida en blanco y negro, para quien quiera imprimirla.
Lourival Possani, investigador emérito del IBt y quien más patentes ha sumado en la Universidad, recordó que hace 33 años escribió su primera patente y hoy cuenta con 92 (53 concedidas y 39 sometidas a proceso). La mayoría ya ha sido transferida a empresas farmacéuticas.
En la presentación estuvieron Antonio del Río, director del Instituto de Energías Renovables; Salvador Morales, de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM; y Emelia Hernández Priego, del IMPI, entre otros.