Los impactos económicos del cambio climático durante este siglo para México, bajo un escenario de inacción, serían enormes. Los costos acumulados se compararían a perder entre 50% y hasta más de dos veces el producto interno bruto (PIB) actual del país, informó Francisco Estrada Porrúa, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El investigador señaló que un aumento mayor a 4°C en la temperatura anual podría alcanzarse durante la década de 2070 en diversas zonas del país y los ecosistemas difícilmente se adaptarán a este cambio. Destacó que la confluencia de riesgos y la exposición hacen que algunas regiones sean particularmente susceptibles al cambio climático.

“En grandes ciudades del mundo los impactos conjuntos de cambio climático local y global podrían representar entre una y tres veces el PIB actual, incluso hasta 4.5 veces. Las pérdidas para la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey por cambio climático podrían rebasar mil millones de dólares en la década de 2020”, expuso el especialista.

El doctor en economía por la Universidad Libre de Ámsterdam señaló que, para evaluar los impactos económicos del cambio climático, lo primero que se tiene que tomar en cuenta es que se trata de un problema complejo, multidisciplinario, interconectado y con retroalimentaciones. A ello se suma que el conocimiento que se tiene acerca de él es incompleto y que el enfoque tradicional no es el adecuado.

Durante su participación en el Tercer Encuentro Nacional “México ante el Cambio Climático”, indicó que este tipo de problemas se caracterizan por la indefinición del problema y de las soluciones (que implican distintos actores y distintas definiciones). “El tiempo se agota y el problema cambia con el tiempo y con las acciones que se toman para enfrentarlo. Las problemáticas complejas como el cambio climático no se solucionan, se mejoran o empeoran, y son síntoma de otro problema, en el fondo se trata de problemas sociales y no naturales o físicos”.

Estrada Porrúa explicó que cuando se genera riqueza se transforma lo que está en el sistema climático produciendo gases de efecto invernadero, lo que cambia el comportamiento de la atmósfera y el clima, lo que a su vez conlleva impactos en los sistemas naturales y también en los sociales, como el económico.

Y para abordar este tipo de problemáticas se utilizan modelos matemáticos simplificados que contemplan: clima, economía, sistemas naturales, cómo se relacionan y cómo se afectan uno a otro. Para evaluar los impactos económicos del cambio climático durante este siglo para México, el investigador empleó el modelo de Evaluación Integrada CLIMRISK, que fue creado en el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM y en la Universidad Libre de Ámsterdam.

El CLIMRISK incluye escenarios socioeconómicos (población y economía: global/región/país 50 x 50 km2) y escenarios probabilísticos de cambio climático, en el que se consideran 41 modelos de circulación general del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, así como medidas de riesgo, probabilidades, umbrales y fechas críticas, por ejemplo, de cuándo se van a presentar lluvias. Adicionalmente a este modelo se utilizaron otros más.

En la actualidad, el daño anual esperado por inundaciones fluviales es de 7 mil millones de dólares y por inundaciones costeras es de 130 millones de dólares; es así como Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí tendrán los mayores niveles de riesgo por inundación fluvial.

A la baja la producción agrícola

En lo que se refiere a la agricultura, bajo un escenario de inacción al cambio climático la capacidad de producción agrícola en México puede reducir sus rendimientos entre 5% y 20% en las próximas dos décadas y hasta 50% a finales del siglo para algunos cultivos y estados.

Hoy, apuntó el investigador, 23 estados tienen rendimientos en producción de maíz de temporal arriba de una tonelada por hectárea. A finales del siglo, únicamente 11 entidades producirán al menos una tonelada por hectárea. Es decir, los costos del cambio climático en este rubro en el país serían comparables a perder cerca del valor de dos años de producción agrícola.

En Tabasco, Quintana Roo y Veracruz, las pérdidas acumuladas serían comparables a casi 12, 11 y 10 años del valor de la producción agrícola actual, respectivamente. Para Oaxaca, Campeche y Colima las pérdidas acumuladas serían similares a perder entre 5 y 6 años del valor de la producción. En Chiapas y San Luis Potosí estas pérdidas serían equiparables a 4 años de producción. El 55% de las pérdidas en granos se concentraría en Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco, Chiapas y Guanajuato.

Con estas cifras, Francisco Estrada Porrúa destacó que, en un escenario de inacción para finales de siglo se rebasaría el aumento anual en la temperatura de 4°C. “Pero si todos los países cumplen las Contribuciones Previstas y Determinadas —que constituyen los esfuerzos de los países que son parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para no aumentar la temperatura del planeta por encima de los 2°C—podríamos llevar esta fecha 20 años adelante”.

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