En México solo uno de cada tres jóvenes asiste a la escuela; 1.2 por ciento son analfabetos y 2.8 por ciento son analfabetos funcionales, que son aquellos que tienen tres años o menos de educación básica y 3.9 por ciento de las personas de 25 a 29 años no han concluido la primaria.
Por ello, la diputada federal Lidia Nallely Vargas Hernández y su colega Cuauhtli Fernando Badillo Moreno impulsan un punto de acuerdo para que esta LXIV Legislatura apruebe reformas que aumenten las oportunidades de participación de los jóvenes, considerando su diversidad, características, necesidades y demandas.
El documento publicado en la Gaceta Parlamentaria precisa que en México uno de cada cuatro mexicanos es joven, es decir, 30.6 millones de la población total está conformada por personas de 15 a 29 años. Este sector es fundamental para la dinámica social y desarrollo del país, pues en gran medida, la respuesta a las principales problemáticas sociales, en el presente y futuro, está en sus manos.
Menciona que más allá del poder que la juventud tiene para transformar sociedades, los Estados están obligados a garantizar el cumplimiento de los derechos humanos y brindar igualdad sustantiva de oportunidades a todos de los sectores de la población.
En nuestro país, afirman, se tiene una deuda histórica con los diversos subconjuntos sociales que conforman el mundo juvenil. De acuerdo con expertos y organizaciones de la sociedad civil, “se han perdido al menos tres o cuatro sexenios en los que las juventudes no han sido suficientemente incluidas, inclusive se les ha marginado o excluido, de múltiples políticas públicas y derechos. Esto se refleja en las desventajas y desigualdades que enfrentan”.
Las principales son: rezago educativo, pues solo uno de cada tres jóvenes asiste a la escuela; 1.2 por ciento son analfabetos y 2.8 por ciento son analfabetos funcionales (tienen tres años o menos de educación básica). Además, 3.9 por ciento de las personas de 25 a 29 años no han concluido la primaria.
También sufren exclusión de la educación media superior y superior. De los jóvenes de 25 a 29 años, solo 25 por ciento cuenta con al menos un año de bachillerato y menos de 28 por ciento tiene al menos un año de enseñanza profesional.
Igualmente, enfrentan falta de oportunidades laborales, ya que la tasa de desempleo de los jóvenes es casi del doble que la del conjunto de la población. Además, aproximadamente 61 por ciento se encuentra en la informalidad.
En cuanto a pobreza, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) apunta que 44.3 por ciento de las personas de 12 a 29 años la padecen. Esta cifra es ligeramente superior a la del conjunto de la población (43.6 por ciento).
Esta información, resaltan Vargas Hernández y Badillo Moreno, “nos indica que se les ha negado el futuro a los jóvenes, por lo que en el inicio de la LXIV Legislatura será fundamental tener una perspectiva incluyente hacia los y las jóvenes de todos los grupos sociales. Es necesario visibilizar a las juventudes en la legislación nacional”.
Destacan que las nuevas leyes o reformas deben ser la base de políticas, mecanismos y capacidades nacionales para aumentar la cantidad y calidad de oportunidades que permitan la participación de las y los jóvenes en la sociedad y para que de esta manera puedan lograr mayor bienestar. “Las juventudes de México serán las constructoras de la transformación de México”.