“La gente se burla de nosotros”
Aprobamos una ley para tirar el dinero de los contribuyentes, acusó con índice fuego el senador Héctor Larios Córdoba, al pronunciarse en contra de la nueva Ley General de Comunicación Social y dijo que “por eso la gente se burla de nosotros”.
Por la importancia de los hechos, aquí las palabras textuales pronunciadas por el legislador panista desde la tribuna parlamentaria:
“Cuando uno se adentra al estudio de esta ley se encuentra con la primera definición que aparece en el artículo cuarto, y la definición se refiere a una campaña de comunicación social y dice qué es una campaña de comunicación social: es el conjunto de acciones de comunicación de las acciones o logros de gobierno.
“¿Acaso el difundir los logros de gobierno, las acciones de gobierno, es un tema de carácter educativo, de orientación social, informativo? Es, literalmente, tirar el dinero a la basura de los contribuyentes.
“A mí es el primer tema que me parece central, y es obvio que el gobierno municipal de cualquier ciudad tiene que hacer campaña de información para decir: se está pavimentando esta calle, tienes estas opciones para poder circular; tiene que hacer campañas de información para anunciar las campañas de vacunación de las mascotas y muchísimos temas, pero que gaste cantidades ingentes de dinero en decir que es un gobierno que trabaja bien, que lo hace mejor que los anteriores, que nada existía antes que ellos, y eso sucede para todos los partidos políticos; no es un tema, a lo mejor lo aprendimos del PRI, pero están los gobiernos del PAN y están los gobiernos del PRD y de todos los signos políticos.
“Pero luego el gobernador, la gobernadora, tiene su campaña de publicidad para decir que las acciones de la capital, porque es gobernada por otro partido, son obra del gobierno del estado, y gasta cantidades enormes de dinero.
“Lo afirmo con las pruebas en la mano, el año pasado, el ejercicio pasado, el municipio de Hermosillo gastó más en comunicación social, es decir, en propaganda, que en obra pública y esto es una verdadera aberración; de los informes de gasto público, del dinero público, porque luego es escondido por convenios por las empresas paraestatales, el gasto del gobierno federal, en lo que va de la administración, ronda los 45 mil millones de pesos.
“Cuando menos hay otros 60 mil de gobiernos estatales y municipales, ¿que podría este país cambiar con esas cantidades de dinero, que son mayores que el presupuesto de varias secretarías?
“Me parece que ése es el tema central y yo veo que el tema del debate es sobre la libertad de expresión, y es bueno ese debate, ¿por qué?, porque el gobierno con su acción de compra puede impedir que un medio se desarrolle, vetándolo para recibir comunicación del gobierno.
“Veo que el debate se centra sobre la distribución de ese presupuesto, pero antes que nada lo primero que habría que decir es: ¿se justifica o no, cumple con el espíritu del artículo 134 o no, el que se difundan logros de gobierno? Vayan por cualquier parte del país y están los espectaculares, los anuncios en el radio.
“Pero eso no es todo, todos los gobiernos municipales, de determinado tamaño, todos los estados, absolutamente todos, y el gobierno federal hacen convenios con los medios de comunicación y ¿qué es este convenio? Vamos a firmar, suponiendo que tú haces tal cosa, pero en realidad me vas a tratar bien, vas a difundir lo que yo quiera.
“Y entonces hay cantidades enormes de dinero ocultas, que no están en el presupuesto porque están escondidas en los presupuestos de varias dependencias, que se gasta en este tema.
“Yo lo que propongo en este voto particular es, primeramente, en el artículo cuarto, suspender la definición que tiene comunicación social y cambiarla por una prohibición expresa a toda campaña de logros.
“En todos los países democráticos del mundo ni siquiera existe legislación que lo prohíba. Se considera ipso facto desviación de recursos públicos; los contribuyentes pagan impuestos para recibir obras, servicios, no para que el gobierno se los gaste presumiendo que es un muy buen gobierno. Tiene muchísimos temas esta ley.
“Verdaderamente es de risa, por ejemplo, el capítulo de sanciones; el capítulo de sanciones tiene dos artículos, el 44 y 45 y, básicamente, lo que dice es “será sanción toda violación a cualquier artículo de esta ley”.
“No creo honestamente que el que la redactó lo hizo a conciencia, se le acabó el tiempo y la redactaron bajó las rodillas a las 3, 4 de la mañana para ser aprobada a las 5.
“Es, verdaderamente, absurdo que la Cámara de Diputados, denigrante, que apruebe un capítulo de sanciones que no tiene sanciones, pero que sí es muy clara, muy enérgica: cualquier violación de cualquier artículo de esta ley será sancionado.
“Ya hay jurisprudencia que, si no se establece qué tipo de sanción, si es multa cuánto, si es inhabilitación o lo que sea; es verdaderamente un esperpento jurídico en muchísimos de sus temas.
“No quiero, se va a hablar muchísimo en esta sesión, ya lo ha advertido el presidente, no quiero ser reiterativo con la información, pero no puede ser que en este país veamos como natural y ahora vengamos a legislar, pongámosle un tope a lo que puede gastar el gobierno en publicidad.
“No hay tope que sea válido porque lo van a gastar por convenios, pero cualquier publicidad, cualquier promoción se puede distinguir.
Y yo les digo, por ejemplo, y lo he visto con ejemplos en el país vecino del norte, la destitución de un alcalde, de un major, la destitución porque se le ocurrió poner una cartelera en donde felicitaba al propio gobierno municipal. La destitución porque era desvío de recursos públicos, pero fue casi en automático y no hay ninguna ley que lo prohíba. Pero es obvio que los recursos del contribuyente no se gastan para eso.
“Y un tema más, los tiempos fiscales. Los tiempos fiscales son pagos en especie. Los concesionarios de radio y televisión pagan en especie una cantidad tiempo, no es gratis, es dinero del Estado y tiene que gastarse con recursos con los mismos criterios que se hace una obra, necesita una evaluación de inversiones, iniciar una autorización de la unidad de inversiones.
“Aquí no, aquí gastamos, bueno, está proponiendo la ley un porcentajen si mal no recuerdon del 20% al Poder Legislativo. ¿Y qué hace el Senado y la Cámara de Diputados? “Te cambiamos la vida, hicimos la ley para que seas feliz”. Y la gente se burla de nosotros.
“Yo creo que esos tiempos de Estado deberíamos dejar que los maneje el Ejecutivo para campañas informativas, para campañas de educación, para campañas de orientación social, no para propaganda y que los destinemos a los organismos de manera como los vaya necesitando, porque el Tribunal Electoral nos informa a todas horas que está por hacer cumplir la ley; ah carajo, si no para qué estabas.
“Estamos en los extremos del absurdo. Cambiemos de golpe el sistema, no se trata de matar a los medios de comunicación. Hagámoslo paulatinamente, hagámoslo por tercios cada año, de tal forma que los medios puedan sobrevivir, los que tienen los que tienen ingresos propios.
“Hay una cantidad de medios en este país, en los estados, pasquines, hojas electrónicas que viven 100 por ciento del presupuesto estatal, del dinero de los contribuyentes, destinado abierta u ocultamente. Se van a morir, por el amor de Dios. El recurso público no es para gastarse esa manera.
“Ese es el razonamiento del voto particular. Yo les pido que cuando se someta a votación este voto seamos anuentes porque, si le vamos a poner un tope que nada más gastas al 10 por ciento, van a gastar lo que quieran, no hay manera de supervisarlo, la única manera es darnos cuenta, se está promoviendo, corre a ese gobernante, corre a ese alcalde o alcaldesa, corre al funcionario federal que lo está haciendo.
Y también hay que suspender las campañas de las empresas de clase mundial o de Pemex en tu cocina o todas esas cosas que no contribuyen más que, exactamente, para manipular a los medios, para poder hacer eficaz lo que decía López Portillo: “no te pago para que me pegues, pero sí te pago para que no me pegues”.