A poco menos de cuatro meses de dejar Los Pinos, el presidente Enrique Peña Nieto recibe de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), enérgico reclamo en tono de reproche por la inseguridad que vive el país.
En inesperada declaración, y justo el día en que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador inició reuniones con sectores de la sociedad para analizar este problema, los empresarios organizados salieron para fijar posición y exigir al todavía presidente de México que tome cartas en el asunto.
“Es necesario que haga los esfuerzos necesarios para la pacificación de México antes de que tome posesión el nuevo gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador”, le mandó decir Gustavo de Hoyos Walter, dirigente de la Coparmex, al presidente Peña Nieto.
De manera insistente consideró urgente que en los cuatro meses que restan a la actual administración, se tomen las medidas pertinentes para disminuir los índices de homicidios dolosos, de extorsiones, de secuestros y de la comisión de muchos delitos del orden común.
Aclaró que pese a que el gobierno que encabezará López Obrador ha anunciado cambios para contribuir a frenar la crisis de seguridad en el país, el gobierno en turno debe asumirse aún como el principal responsable de emprender, a la brevedad, las acciones necesarias para pacificar al país.