Armenta, ¿otro florero?
Los trabajadores sindicalizados del Senado de la República recibieron un oficio de la oficina del líder de los legisladores morenistas, Ricardo Monreal Ávila, para anunciarles que no hay negociones salariales y se tendrán que conformar con los ajustes que ya están definidos.
La imposición desató un descontento más de la base laboral, porque consideran que el legislador no tiene facultades para tomar esa estafeta que corresponde negociar al presidente de la mesa directiva, Alejandro Armenta Mier.
“El senador Monreal demuestra, una vez más, que se siente dueño absoluto del Senado de la República, porque se adjudica atribuciones que no le corresponden, como es el caso de las relaciones laborales”, expresaron algunos trabajadores inconformes.
Al mismo tiempo, anuncian que elevarán su descontento ante las instancias correspondientes, para dejar constancia, en los documentos históricos de los cuatro sindicatos, las arbitrariedades y violaciones legales en que incurre esta 65 Legislatura.
Explicaron que ya se está elaborando la estrategia de lucha contra el senador Monreal, porque en su momento intentaron hablar con la senadora Olga Sánchez Cordero, en su calidad de presidente del Senado en turno, para plantear los asuntos sindicales, pero el legislador morenista siempre la hizo a un lado y se adjudicó la negociación, aun cuando solo es el presidente de Junta de Coordinación Política y no le corresponden esos asuntos administrativos.
Y con este oficio enviado a los trabajadores para anunciar solo ajustes salariales y rechazo a los pliegos petitorios, de nueva cuenta el recién nombrado presidente del Senado de la República, Alejandro Armenta Mier, les cerró las puertas para no hacer enojar a su jefe Monreal, quien así continúa manejando a su antojo los recursos del órgano parlamentario.
“No se vale que, en la casa de las leyes y la justicia, se nos estén violando los derechos sindicales”, expresaron los trabajadores inconformes, quienes, además, informaron que en la narrativa de los estatutos de su organización gremial dejarán sentada la postura de floreros de los presidentes de las mesas directivas que se han negado a dialogar con ellos, como les debe corresponder, de acuerdo con las facultades del cargo”.