La diputada federal Ana Laura Valenzuela Sánchez afirmó que utilizar a las hijas e hijos para dañar a la madre es un acto cruel de violencia de género, además de que la niñez y adolescencia en general son las principales víctimas.
Aseguró que causa profundos daños irreparables, ansiedad y estrés post traumático, por lo que se debe proteger el interés superior de la niñez, de ahí la importancia de escuchar a especialistas y legislar de la mejor manera.
Por su parte, la diputada Julieta Kristal Vences Valencia, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, dijo que el reconocimiento de la violencia vicaria deberá traer consigo el diseño de políticas de prevención y reparación integral del daño, pero, sobre todo, la generación de acciones que garanticen el derecho de las personas a una vida libre de violencia y el respeto al interés superior de la niñez.
Se busca que el menor pueda vivir en un ambiente de armonía, amor y paz, para que sea un adulto, hombre o mujer, sano que conviva en una sociedad en la que se erradique todo tipo de violencia contra mujeres y hombres, precisó.
Y añadió: “Vamos a analizar y tomar en cuenta todas las consideraciones que se abonaron para emitir un dictamen fortalecido”.
A su vez, Nayeli Sánchez Macías, coordinadora de la Iniciativa Spotlight en ONU Mujeres, dijo que, si bien la intención del agresor es generar un daño a la mujer, las niñas, niños y adolescentes son quienes se convierten en las víctimas directas o indirectas.
Recordó que en México faltan diagnósticos que permitan entender las complejidades y dimensiones de esta violencia.
En su oportunidad, María Magdalena Cruces Galán, presidenta fundadora de la organización Lazos Protectores de la Familia A.C., aseguró que es necesario evitar la violencia contra menores y adolescentes y castigar a quien sea responsable.
“Al quitar la patria potestad al padre no sólo se hace una padrectomía, sino toda la familia paterna lo sufre”, aseveró.